HISTORIA DE LA FEDERACIÓN REGIONAL DE SOCIEDADES ESPAÑOLAS
En la noche del 7 de diciembre de 1921, se efectuó en la residencia del Dr. Adrián M. Veres, calle San Martín 241, una reunión de entusiastas miembros de la colectividad hispana de Bahía Blanca, inspirados en constituir una Federación Regional de Sociedades Españolas que aglutinara a entidades locales juntamente con las numerosas diseminadas en el amplio sector sureño del país.
Se congregaron en ella, además del dueño de casa y del entonces Cónsul de España en la ciudad, Dr. David Carreño González Pumariega, los señores: José V. González, Pedro del Río, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Puga, Hilario Regolf, Antonio Boqué, Francisco Arango, Andrés Moreno, Fortunato Conget, Martín Crespi, Peregrino Danza, Angel Peña, José M. Gambino, Ramón Pazos Islas, Antonio Lavandera, Manuel Pérez Chavez y Gregorio Sanza.
Aquella reunión fue el punto de partida formal, porque en rigor de verdad, allí sólo comenzó a cobrar forma. El acta que se labró aquella noche dice “En la ciudad de Bahía Blanca, a los siete días del mes de diciembre del año un mil novecientos veintiuno, reunidos los señores cuyos nombres figuran al margen (los citados anteriormente) en la casa del Dr. Adrián M Veres y siendo las veintidós horas el doctor Veres declaró abierto el acto y exponiendo detenidamente el propósito de la reunión que no era otro que el expresado en la convocatoria.
El Dr. Veres no sólo demostró con elocuencia los beneficios positivos para nuestra colectividad el de constituir una Federación Regional de Sociedades Españolas, sino que entendía que era factible. Para confirmar sus ideas dio a conocer el ambiente federativo que interesa a la colectividad española, quién por medio de sus instituciones, ha concurrido a cuantas reuniones con propósitos federativos se han realizado desde el año 1913.
Las frases del Dr. Veres fueron motivo de placeres por los presentes quienes intervinieron, sin exclusión alguna, a favor del nuevo organismo a crearse. El Sr. José V. González; con el fin de llegar a un acuerdo definitivo y categórico, propuso se requiriera de los presentes si se creía provechoso para los intereses de nuestra colectividad el constituir la Federación referida; si ella podría realizarse sin inconvenientes llevando a efecto un Congreso de Sociedades de esta región; y por último quienes eran los llamados a convocarlo y organizarlo.
Reclamada por el Dr. Veres la opinión de cada uno, todos entendieron ser necesario y factible el nuevo organismo en proyecto iniciándose un debate en cuanto a quiénes correspondería el convocar y organizar el Congreso de Sociedades. El Sr. Lorenzo Tomás Garau propuso el nombramiento de una comisión de caballeros que tomaran a su cargo esa tarea, no sólo para que las instituciones gocen de amplia libertad para estudiar este asunto que ellas deben resolver, sino para que no aparezca la idea de predominio de unas sobre otras instituciones que, aun cuando no existe en realidad ese propósito, pueda creerse así.
Aprobadas estas conclusiones por todos los asistentes se designaron por unanimidad a los señores Dr. Adrián M. Veres, José V. González, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Puga, Antonio Boqué y Manuel Pérez Chaves, formando estos señores la Junta Ejecutiva a quien se le conceden amplias facultades para convocar y organizar un Congreso de Sociedades existentes en el radio que resuelva señalar en su oportunidad.
Se le faculta, también, para ampliar el número de sus miembros y la designación de las comisiones necesarias para el mejor éxito de su cometido. El Sr. Cónsul de España, Dr. David Carreño González Pumariega, exterioriza sus simpatías por la obra a emprenderse y aplaude el patriotismo y la noble voluntad de los que asisten, por lo que promete su apoyo y concurso si tiene la fortuna de permanecer tiempo largo en Bahía Blanca. Siendo las 0.30 horas se levanta la sesión en medio del mayor entusiasmo.
Esa comisión ejecutiva realizó 10 reuniones previas al primer congreso. Las fechas en que se desarrollaron las mismas, fueron las siguientes: 23 de diciembre de 1921, 04, 09, 20 y 25 de enero, 08, 23 y 30 de marzo, 17 y 21 de abril de 1922.
Adrián M. Veres – M. Pérez Chaves. ”El 2 de mayo de 1922, poniendo término a las intensas tareas preliminares de la Junta, se entraba en la etapa decisiva de la creación de la Federación Regional de Sociedades Españolas. Al promediar la mañana, comenzaron a llegar a la sede del Club Español los representantes de las entidades convocadas; y a las 11 hs. el Dr. Adrián M. Veres declaró abierto el acto.
De inmediato la asamblea designó a los señores: Dr. Veres como presidente; Manuel Ruíz como vicepresidente y Andrés Moreno y Florentino Suárez como secretarios, para integrar la mesa directiva del Congreso.
Estuvieron presentes los siguientes delegados: Asociación Española de S.M. de Bahía Blanca: Dr. Adrián Veres, Hilario Regolf, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Boqué y Cayetano S. Martorell; Laurak-Bat de Bahía Blanca: Luis Eizaguirre y Pedro Zalguizuri; Club Español de Bahía Blanca: Dr. Antonio Hernández Ramírez, Ernesto Serrano y Antonio Reguera; Nueva España de Bahía Blanca: Juan Geis y Andrés Moreno; Casal Catalá: José Calvo; Casa de Galicia de Bahía Blanca: Cesareo Fernández Pereiro y Leocadio Castedo; Casa de Aragón de Bahía Blanca: Juan Galé; Centro Asturiano de Bahía Blanca: Alejandro Lavandera y Pedro Alvarez Pitiot; asociaciones españolas de S.M. de: Gral Acha: Pedro Miquelarena; de Punta Alta: Juan García Puig, Juan J. Gómez y Dionisio Lasarte; de Bordenave: Florentino Suárez e Isidro Elizalde; de Darregueira: José M. Pérez; de Maza: José Trujillo, Andrés Mondelo, S. Fernández y Eulogio Monteoliva; de Médanos: Venancio Balbín y Francisco Borell; de Río Colorado: Dámaso Ochoa y Antonio López Orduña; de Guaminí: Fernando L. Rojo; de Casbas: Justo Pérez; de Tornquist: Luciano Aranzábal; de Lobería: Román Ledantes y Julián Pibernat; de General Roca: Agustín Fernández; de Choele Choel: Julián Lescún; de Cabildo: David Bello; de Coronel Pringles: Francisco Izarra y Aurelio González; de Tres Arroyos: Manuel Ruíz, Orfeón Español de Punta Alta: Emilio Heras; Centro Español de Cuatreros: Miguel González y Cayetano Algarra; asociación española de Jacinto Araúz: Pascual Miguel y Máximo Diez; de Saldungaray: Domingo Vázquez, José Galindo y Leandro Irigoyen; de Realicó: Albino Botán; Centro Recreativo de Punta Alta: José Alvarez; Centro Español de Tres Arroyos: Manuel Ruíz; Orfeón Español de Ingeniero White: Andrés Castillo, Francisco Casrrascal y Antonio Castillo; además hicieron llegar su adhesión sin enviar delegado: Sociedad Española Recreativa de Bahía Blanca y las Asociaciones Españolas de Daireaux, Neuquén y Saavedra.
Antes de iniciarse las deliberaciones, el cónsul de España, Dr. David Carreño González Pumariega, pronunció un discurso saludando a los delegados y expresando su simpatía y adhesión a la iniciativa que al concretarse “nos proporcionará – dijo – un organismo de indiscutible provecho para los intereses de nuestra colonia”.
A continuación habló el Dr. Veres, quien al finalizar sus frases solicitó un voto de aplauso para la Junta Organizadora del Congreso y luego pidió otro aplauso para el director del “Hispano”, don Manuel Pérez Chaves.
Seguidamente se pasó a cuarto intermedio hasta las 15 hs., hora en que se reanudó la sesión y se consideró el proyecto de estatuto preparado, cuyos distintos artículos fueron detenidamente analizados y posteriormente aprobados previas modificaciones en algunos de ellos.Luego, se procedió a la elección de los miembros que integrarán el primer Consejo Directivo y cumplidos los formulismos de práctica, se anuncia el siguiente resultado: Florentino Suárez 36 votos, Adrián M. Veres 35, José V. González 35, Eladio Bautista 35, Lorenzo Tomás Garau 27, Aurelio González 25, Manuel Pérez Chaves 22, Francisco Izarra 20, Julián Pibernat 19, Adelino Gutiérrez 17, Rafael Laplaza 16, Antonio A. Muñiz 15, Manuel Bermúdez 15, Ernesto M. Serrano 13, Antonio Hernández 12, Domingo Vázquez 11 y Andrés Moreno 10, proclamándose a continuación los 12 primeros.A las 21 hs. quedó clausurado el Congreso y de acuerdo a lo dispuesto por sus integrantes suscribieron el acta fundamental los señores: Luis Eizaguirre, Andrés Moreno, Eladio Bautista, Domingo Vázquez, Juan García Puig, Dr. Adrián M. Veres, Román Ledanes, Florentino Suárez, Peregrino Danza y Manuel Ruiz.
Ese día, a las 22 hs., se realizó un banquete de confraternidad, que contituía uno de los números del programa preparado en esa ocasión y que luego pasaría a ser parte complementaria de todos los sucesivos Congresos.La fiesta en esta primera y trascendental ocasión se llevó a cabo en el hotel D´Italia, donde se ubicaron cerca de doscientas personas.
El 12 de octubre de 1943, apareció el primer número de la revista mensual "Ibero-América", órgano oficial de la institución, puesta bajo la dirección del destacado periodista e historiados Antonio Crespi Valls. En 1946, debido a los elevados costos de imprenta y escasez de recursos que devengaban los anuncios publicitarios, determinaron la desaparición de la revista.
FEDERACIÓN REGIONAL DE SOCIEDADES ESPAÑOLAS |
|||||
CONGRESOS REALIZADOS |
|||||
Nº | FECHA | LOCALIDAD | DENOMINACIÓN | PRESIDENCIA | |
1 | 02/05/1922 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
2 | 02/05/1923 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
3 | 02/05/1924 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ROGELIO ESTEVEZ CAMBA | |
4 | 02/05/1925 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | VICTOR MORERA SOBRÉ | |
5 | 06/05/1926 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ANDRÉS MORENO | |
6 | 02/05/1927 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
7 | 02/05/1928 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
8 | 02/05/1929 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
9 | 02/05/1930 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
10 | 02/05/1931 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
11 | 02/05/1932 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | PRIMITIVO FERRANDEZ | |
12 | 02/05/1933 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | PRIMITIVO FERRANDEZ | |
13 | 02/05/1934 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VEREZ | |
14 | 02/05/1935 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
15 | 02/05/1936 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
16 | 02/05/1937 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | DR. ADRIAN M. VERES | |
17 | 08/05/1938 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ADELINO GUTIERREZ | |
18 | 07/05/1939 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ADELINO GUTIERREZ | |
19 | 05/05/1940 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
20 | 04/05/1941 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
21 | 03/05/1942 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
22 | 02/05/1943 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
23 | 07/05/1944 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
24 | 06/06/1945 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
25 | 05/05/1946 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
26 | 04/05/1947 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
27 | 02/05/1948 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
28 | 08/05/1949 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº S/N (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
29 | 07/05/1950 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 13 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
30 | 06/05/1951 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 26 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
31 | 04/05/1952 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 40 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
32 | 03/05/1953 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 55 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
33 | 02/05/1954 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 69 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
34 | 08/05/1955 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 84 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
35 | 06/05/1956 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 98 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
36 | 05/05/1957 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 113 (SIN DENOMINACIÓN) | JOSÉ FERRER | |
37 | 04/05/1958 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 126 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
38 | 03/05/1959 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 139 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
39 | 08/05/1960 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 153 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
40 | 07/05/1961 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 168 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
41 | 06/05/1962 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 181 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
42 | 05/05/1963 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 194 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
43 | 03/05/1964 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 208 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
44 | 02/05/1965 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 221 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
45 | 08/04/1966 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 234 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
46 | 07/05/1967 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 247 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
47 | 05/05/1968 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 261 (SIN DENOMINACIÓN) | ELADIO BAUTISTA | |
48 | 04/05/1969 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 275 (SIN DENOMINACIÓN) | JULIÁN PÉREZ MARTÍN | |
49 | 03/05/1970 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº 290 (SIN DENOMINACIÓN) | JULIÁN PÉREZ MARTÍN | |
50 | 02/05/1971 | BAHIA BLANCA | ACTA Nº (SIN DENOMINACIÓN) | NICOLÁS U. HERNÁNDEZ | |
51 | 02/05/1972 | GRAL. ROCA | ACTA Nº (SIN DENOMINACIÓN) | JULIÁN PÉREZ MARTÍN | |
52 | 05/05/1973 | NEUQUÉN | DR. ADRIÁN MORADO VERES | NICOLÁS U. HERNÁNDEZ | |
53 | 04/05/1974 | BAHIA BLANCA | DIEGO M. LARA (1º PRES ASOC ESP BAHIA BLANCA) | NICOLÁS U. HERNÁNDEZ | |
54 | 03/05/1975 | NECOCHEA | SANTIAGO RAMON CAJAL (PREMIO NOVEL MEDICINA 1906) | NICOLÁS U. HERNÁNDEZ | |
55 | 08/05/1976 | BAHIA BLANCA | VICENTE BLASCO IBAÑEZ | NICOLÁS U. HERNÁNDEZ | |
56 | 07/05/1977 | BARILOCHE | MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
57 | 06/05/1978 | BAHIA BLANCA | SEQUICENTENARIO DE BAHIA BLANCA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
58 | 21/04/1979 | VIEDMA | BICENTENARIO DE VIEDMA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
59 | 03/05/1980 | COMODORO RIVADAVIA | ALFONSO X EL SABIO (SOC. ESPAÑOLA) | RAMÓN ARESTIZABAL | |
60 | 02/05/1981 | NECOCHEA | CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE NECOCHEA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
61 | 08/05/1982 | BAHIA BLANCA | CENT. FUND. ASOC ESP BENEF BAHIA BLANCA HOSPITAL | RAMÓN ARESTIZABAL | |
62 | 07/05/1983 | BAHIA BLANCA | SOBERANÍA ARGENTINA DE LAS ISLAS MALVINAS | RAMÓN ARESTIZABAL | |
63 | 05/05/1984 | NEUQUÉN | BASILIO VILLARINO Y 75 ANIV ASOC ESP DE NEUQUEN | RAMÓN ARESTIZABAL | |
64 | 04/05/1985 | BAHIA BLANCA | JUAN DE GARAY | RAMÓN ARESTIZABAL | |
65 | 04/05/1986 | PUÁN | CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA SOC ESP PUÁN | RAMÓN ARESTIZABAL | |
66 | 09/05/1987 | TRELEW | CENTENARIO DE LA FUNDACIÓN DE TRELEW | RAMÓN ARESTIZABAL | |
67 | 09/04/1988 | TRES ARROYOS | PAPA JUAN PABLO II (APOSTOL DE LA PAZ) | RAMÓN ARESTIZABAL | |
68 | 22/04/1989 | SANTA ROSA | RODRIGO DIAZ DE VIVAR (EL CID CAMPEADOR) | RAMÓN ARESTIZABAL | |
69 | 21/04/1990 | BAHIA BLANCA | MARCELINO MENENDEZ PELAYO | RAMÓN ARESTIZABAL | |
70 | 20/04/1991 | BAHIA BLANCA | DR. FEDERICO BAEZA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
71 | 25/04/1992 | PUERTO MADRYN | QUINTO CENTENARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA | RAMÓN ARESTIZABAL | |
72 | 24/04/1993 | NEUQUÉN | DON JOSÉ ORTEGA Y GASSET | RAMÓN ARESTIZABAL | |
73 | 23/04/1994 | BAHIA BLANCA | FRAY ANTONIO DE NEBRIGA (CREAD GRAMAT ESPAÑOLA) | RAMÓN ARESTIZABAL | |
74 | 22/04/1995 | BAHIA BLANCA | RAMÓN ARESTIZABAL | JAIME MATEO | |
75 | 13/04/1996 | COMODORO RIVADAVIA | HOMENAJE A LOS PUEBLOS DE AMÉRICA (CENTRO ANDALUZ) | JAIME MATEO | |
76 | 19/04/1997 | TORNQUIST | HOMENAJE A LOS PIONEROS ESPAÑOLES EN LA PATAGONIA | JAIME MATEO | |
77 | 25/04/1998 | TRES ARROYOS | HOMENAJE A LOS FUNDADORES DE TRES ARROYOS | JAIME MATEO | |
78 | 24/04/1999 | EL BOLSÓN | DON NICOLÁS URBANO HERNÁNDEZ | JAIME MATEO | |
79 | 22/04/2000 | NECOCHEA | LOS ESPAÑOLES Y NECOCHEA EN EL NUEVO SIGLO | JOSÉ MARTINEZ | |
80 | 28/04/2001 | GENERAL PICO | LOS ESPAÑOLES EN NUESTRA REGION, ADELANTADOS, CULTURA, SOLIDARIDAD | JOSÉ MARTINEZ | |
81 | 27/04/2002 | GENERAL ROCA | ENCONTRAR EN LO HISPANO EL CAMINO A LA UNIDAD | JOSÉ MARTINEZ | |
82 | 12/04/2003 | CORONEL DORREGO | ENTRE PONCHO Y MANTÓN, ESPAÑOLES EN LAS PAMPAS | JOSÉ MARTINEZ | |
83 | 17/04/2004 | NEUQUÉN | CENTENARIO DE LA CIUDAD DE NEUQUÉN | JOSÉ MARTINEZ | |
84 | 16/04/2005 | CASBAS | ESPAÑA NOS UNE | JOSÉ MARTINEZ | |
85 | 08/04/2006 | CORONEL PRINGLES | PAZ Y BIENESTAR EL LEMA PRINCIPAL DE LOS ESPAÑOLES | JOSÉ MARTINEZ | |
86 | 26/04/2007 | VIEDMA-PATAGONES | REAFIRMAR LA VOLUNTAD DE SOSTENER LA CULTURA E IDENTIDAD | JOSÉ MARTINEZ | |
HISPANOAMERICANA | |||||
87 | 19/04/2008 | PUÁN | RECORDAR NUESTROS ANCESTROS ES NO OLVIDAR NUESTRO PASADO | MACARIO LOZANO PRIETO | |
88 | 25/04/2009 | NEUQUÉN | CENTENARIO ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUQUÉN | MACARIO LOZANO PRIETO |
89 | 03/04/2010 |
COMODORO RIVADAVIA |
CAMINO AL CENTENARIO DE LA ASOC. ESP. DE COMODORO RIVADAVIA |
MACARIO LOZANO PRIETO |
90 | 09/04/2011 |
PUNTA ALTA |
100 AÑOS DE SOLIDARIDAD, EJEMPLO DE GENERACIONES PRESENTES Y FUTURAS
|
MACARIO LOZANO PRIETO |
91 | 28/04/2012 |
TRES ARROYOS |
SOCIEDADES ESPAÑOLAS: LARGAS TRAYECTORIAS BASADAS EN GESTION RESPONSABLE Y MIRADA EN EL FUTURO |
MACARIO LOZANO PRIETO |
|
|
|
En 1972, la Federación Regional de Sociedades Españolas publicó una RESEÑA HISTÓRICA al cumplirse el Cincuenta Aniversario de su Fundación 2-5-1922 al 2-5-1972
Compartimos su texto:
En la noche del 7 de diciembre de 1921, se efectuó en la residencia del doctor Adrián M. Veres, calle San Martín 241, una reunión de entusiastas miembros de la colectividad hispana de Bahía Blanca, inspirados por el patriótico afán de constituir una Federación Regional de Sociedades, Españolas, que aglutinara a entidades locales juntamente con las numerosas diseminadas en el amplio sector sureño del país, Se congregaron en ella, , además del dueño de casa y del entonces Cónsul de España en la ciudad, doctor David Carreño González Pumariega, los señores: José V. González, Pedro del Río, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Puga, Hilario Regolf, Antonio Boqué, Francisco Arango, Andrés Moreno, Fortunato Conget, Martín Crespi, Peregrino Danza,. Ángel Peña, José M. Gambino, Ramón Pazos Islas, Antonio Lavandera, Manuel Pérez Chaves y Gregorio Sanza.
Aquella reunión fue el punto de partida del organismo que con dicho nombre surgiría poco después, para iniciar una destacada trayectoria que luego iría jalonando con una serie de ponderables iniciativas a través de cinco décadas fecundas; aunque no siempre de fácil y sosegado quehacer si se tiene en cuenta que en su transcurso tuvieron que sortearse alternativas de trascendental importancia entre nosotros y que de una u otra manera repercutieron en el desenvolvimiento institucional.
Fue en efecto el punto de partida, diríamos formal; porque en rigor de verdad, allí sólo comenzó a cobrar forma, a concretarse la incitante idea que desde largo tiempo atrás venían acariciando en la mente y en sus corazones aquel núcleo de españoles allí congregados y muchos otros que, compartiendo tan feliz propósito, no pudieron estar allí presentes aquella noche en la acogedora mansión del doctor Veres. Porque lo cierto es que, en conversaciones circunstanciales y en cambios de ideas al pasar, la iniciativa en gestación había ido ya prendiendo mucho antes en el espíritu emprendedor de compatriotas locales y de zonas circunvecinas, donde la colectividad hispana era tan numerosa y el sentimiento societario tan difundido. Bastará citar, para comprobar esto, que en esa época en Bahía Blanca, además de la Asociación Española de Socorros Mutuos —cuyas tradicionales Romerías Españolas constituían un acontecimiento anual de vastas proyecciones regionales— existían también varios otros centros de activa vida social y fraternal: el Club Español, la Sociedad Nueva España, el Laurak-Bat (hoy: Unión Vasca), el Centro Asturiano, la Casa de Galicia, la Casa de Aragón, el Casal Catalá, la Sociedad Española Recreativa, el Orfeón Español, etc. Y algo similar ocurría en otras localidades vecinas; pues cada población de alguna importancia tenía por lo menos su Asociación Española de Socorros Mutuos, y consiguientemente sus romerías lugareñas.
En aquel ambiente de activa concentración de compatriotas en núcleos fraternales y por lo general de encendido fervor hispano, cuando no, además, de característico sabor regional evocativo de las queridas y añoradas tierras lejanas, surgió la feliz iniciativa de constituir la Federación Regional de Sociedades Españolas en Bahía Blanca. Y de ahí aquella recordada reunión. Pero, veamos ya qué ocurrió en la misma, Nada mejor para ello que reproducir el texto del acta labrada en tal oportunidad, testimonio de innegable significado histórico para la entidad. Dice así: En la ciudad de Bahía Blanca, a los siete días del mes de diciembre del año un mil novecientos veintiuno, reunidos los señores cuyos nombres figuran al margen (los citados anteriormente) en la casa del Dr. Adrián M. Veres, y siendo las veintidós horas el doctor Veres declaró abierto el acto y exponiendo detenidamente el propósito de la reunión, que no era otro que el expresado en la convocatoria, El doctor Veres no sólo demostró con elocuencia los beneficios positivos para nuestra colectividad el de constituir una Federación Regional de Sociedades Españolas, sino que entendía era factible, Para confirmar sus ideas dio a conocer el ambiente federativo que interesa a la colectividad española, quien por intermedio de sus instituciones, ha concurrido a cuantas reuniones con propósitos federativos se han realizado desde el año 1913. Las frases del doctor Veres fueron motivo de plácemes por los presentes quienes intervinieron, sin exclusión alguna, en favor del nuevo organismo a crearse. El señor José V, González; con el fin de llegar a un acuerdo definitivo y categórico, propuso se requiriera de los presentes si se creía provechoso para los intereses de nuestra colectividad el constituir la Federación referida; si ella podría realizarse sin inconvenientes llevando a efecto un Congreso de Sociedades de esta Región; y por último, quienes eran los llamados a convocarlo y organizarlo. Reclamada por el doctor Veres la opinión de cada uno, todos entendieron ser necesario y factible el nuevo organismo en proyecto iniciándose un debate en cuanto a quienes correspondería el convocar y organizar el Congreso de Sociedades. El señor Lorenzo Tomás Garau propuso el nombramiento de una comisión de caballeros que tomaran a su cargo esa tarea, no sólo para que las instituciones gocen de amplia libertad para estudiar este asunto que ellas deben resolver, sino para que no aparezca la idea de predominio de unas sobre otras instituciones que, aun cuando no existe en realidad ese propósito, pueda creerse así. Aprobadas estas conclusiones por todos los asistentes se designaron por unanimidad a los señores doctor Adrián M. Veres, José V, González, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Puga. Antonio Boqué y Manuel Pérez Chaves, a ésta con el carácter de Secretario, ya que ha sido el iniciador de es tas actuaciones que persiguen la institución de una Federación Regional de Sociedades Españolas. Estos señores formarán la Junta Ejecutiva, a quien se le conceden amplias facultades para convocar y organizar un Congreso de Sociedades existentes en el radio que resuelva señalar en su oportunidad. Se le faculta, también, para ampliar el número de sus miembros y la designación de las comisiones necesarias para el mejor éxito de su cometido. El señor Cónsul de España, doctor David Carreño González Pumariega, exterioriza sus simpatías por Ja obra a emprenderse y aplaude el patriótico y la noble voluntad de los que asisten, por lo que promete su apoyo y concurso si tiene la fortuna de permanecer tiempo largo en Bahía Blanca. Siendo las 0.30 horas se levanta la sesión en medio del mayor entusiasmo y armonía. Adrián M, Veres - M. Pérez Chaves.
El día 20 de ese mes, la Junta Ejecutiva realizó su primera reunión, tomándose conocimiento de los trabajos efectuados hasta entonces y, entre otras determinaciones, resolvió: designar una Junta Consultiva de 15 miembros, que luego quedó integrada por los señores: Eladio Bautista, Antonio A. Muñiz, Dr. Manuel Bermúdez, Adelino Gutiérrez, Gervasio Diez, Pedro del Río, Dr. Eduardo F. Tuñón, Peregrino Danza, Primitivo Fernández, Manuel Lopetegui, Manuel Vallés. Rogelio Estévez Cambra, Agapito Salazar, Antonio Hiernénidez y Rafael Laplaza. Después, por indicación del Dr. Veres, se fijó el 2 de mayo de 1922 como fecha para realización del Congreso constitutivo de la Federación. Posteriormente se dispuso establecer el radio de acción de la Junta, comprendiendo los partidos de: Bahía Blanca, Tornquist, Saavedra, Cnel. Suárez, Lamadrid, Puán, A. Alsina, Guaminí, Pellegrini, Patagones, Villarino, Cnel, Dorrego, Tres Arroyos, Juárez, Gonzales Chaves, Laprida, Cnel. Pringles, Necochea, Lobería, Tandil, Olavarría, Caseros y Bolívar y los territorios nacionales de la Pampa Central, Neuquén y Río Negro. Finalmente se inició el estudio del proyecto de Federación Regional, que luego se seguiría considerando en las sucesivas reuniones.
Durante el período preliminar al Congreso, los miembros de la Junta Ejecutiva trabajaron con toda dedicación para lograr adhesiones en la jurisdicción fijada, siendo innumerables las contestaciones a consultas y aclaraciones formuladas, como así también muchas las visitas efectuadas a sociedades de las distintas zonas. La Junta realizó once reuniones previas al Congreso, todas en casa del Dr. Veres, aparte de otras de carácter informal para asuntos de emergencia, En algunas participaron miembros de la Junta Consultiva e invitados especiales.
La gestión de adhesiones, preparación del proyecto de Estatuto y organización del Congreso, reclamaron la atención permanente de los que tomaron a su cargo la ardua tarea; pero finalmente se llegó a la culminación de ésta con un resultado muy halagador por cierto, compensando así los esfuerzos realizados en pro de su éxito.
EL PRIMER CONGRESO
El día 2 de mayo de 1922, poniendo término a las intensas tareas preliminares de la Junta, se entraba en la etapa decisiva de la creación de la Federación Regional de Sociedades Españolas, Al promediar la mañana comenzaron a llegar a la sede del Club Español los representantes de las entidades convocadas; y a las 11 horas, el doctor Adrián M. Veres, declaró abierto el acto. De inmediato la asamblea designó a los señores: Dr. Veres como presidente; Manuel Ruíz, como vicepresidente y Andrés Moreno y Florentino Suárez como secretarios, para integrar la mesa directiva del Congreso. Seguidamente la Comisión de Poderes, que a ese efecto se nombró, pasó a estudiar los mismos; y presentado el dictamen, favorable, fueron todos aprobados y quedó constituido el Congreso con los siguientes delegados:
Asociación Española de S, M, de Bahía Blanca: Dr. Adrián M. Veres y Sres. Hilario Regolf, Lorenzo Tomás Garau, Antonio Boqué y Cayetano S. Martorell; Laurak-Bat (B. Blanca): Luis Eizaguirre y Pedro Zalguizuri; Club Español (B. Blanca): Dr. Antonio Hernández Ramírez, Ernesto Serrano y Antonio Reguera; Nueva España (B. Blanca): Juan Geis y Andrés Moreno: Casal Catalá (B. Blanca): José Calvo: Casa de Galicia (B. Blanca): Cesareo Fernández Pereiro y Leocadio Castedo; Casa de Aragón (B. Blanca): Juan Galé; Centro Asturiano (B. Blanca): Alejandro Lavandera y Pedro Alvarez Pitiot; Asociaciones Españolas de S. M. de: Gral. Acha: Pedro Miquelarena; de Punta Alta: Juan García Puig. Juan J, Gómez y Dionisio Lasarte; de Bordenave: Florentino Suárez e Isidro Elizalde; de Darregueira: José M, Pérez; de Maza: José Trujillo, Andrés Mondelo, S. Fernández y Eulogio Monteoliva; de Médanos: Venancio Balbín y Francisco Borell; de Río Colorado: Dámaso Ochoa y Antonio López Orduña; de Guaminí: Fernando L. Rojo; de Casbas: Justo. Pérez; de Tornquist: Lueiano Aranzábal; de Lobería: Román; Ledantes y Julián Pibernat; de General Roca: Agustín Fernández; de Choele Choel: Julián Lescún; de Cabildo: David Bello; de Coronel Pringles: Francisco Izarra y Aurelio González; Sociedad Española de S. M. de Tres Arroyos: Manuel Ruíz; Orfeón Español de Punta Alta: Emilio Heras; Centro Español de Cuatreros: Miguel González y Cayetano Algarra; Asociación Española de Jacinto Aráuz: Pascual Miguel y Máximo Diez; Asociación Española de Saldungaray: Domingo Vázquez, José Galindo y Leandro Irigoyen; Sociedad Española de Realicó: Albino Botán; Centro. Recreativo de Punta Alta: José: Álvarez; Centro Español de Tres, Arroyos: Manuel Ruíz; Orfeón Español de Ingeniero White: Andrés Castillo, Francisco Carrascal y Antonio Castillo; además hicieron: llegar su adhesión sin enviar delegada: Sociedad Española Recreativa de B. Blanca: y las Asociaciones Españolas de Daireaux, Neuquén y Saavedra.
Antes de iniciarse las deliberaciones, el Cónsul de España, Dr. David Carreño González Pumariega, pronunció un discurso saludando a los delegados y expresando su simpatía y adhesión a la iniciativa que al concretarse nos proporcionará —dijo— un organismo de indiscutible provecho para los intereses de nuestra colonia. A continuación habló el doctor Veres quien al finalizar sus frases, solicitó un voto de aplauso para la Junta organizadora del Congreso, por el admirable desenvolvimiento y por el espíritu patriótico que les ha inspirado en su obra —expresó— y luego pidió también otro voto de aplauso para el director de Hispano, don Manuel Pérez Chaves, alma del movimiento, ya que fue su iniciador y propulsor. Seguidamente se pasó a cuarto intermedio hasta las 15, hora en que se reanudó la sesión y comenzó a considerarse el proyecto de Estatuto preparado, cuyos distintos artículos fueron detenidamente analizados y posteriormente aprobados previas modificaciones en algunos de ellos,
Por el artículo 1° se “declara federados, previa su conformidad con el presente Estatuto, a las sociedades españolas constituidas y a constituirse en los partidos de Bahía Blanca, Coronel Pringles, Laprida, Olavarría, Lamadrid, Coronel Suárez, Saavedra, Puán, Las Sierras. (Tornquist), Adolfo Alsina, Guamimí, Pellegrini, Coronel Dorrego, Tres Arroyos, Gonzales Chaves, Juárez, Lobería, Necochea, Villarino, Patagones y Caseros; y territorios nacionales de la Pampa Central, Río Negro y Neuquén”.
El Art. 2° establece: “La Federación tiene por objeto propiciar una unión mayor de las sociedades que la integran y a quienes respetará su autonomía, como para proteger con más amplitud y eficacia a sus asociados y propender al acercamiento espiritual y económico de España y la Argentina. Para cumplir sus fines usará de todos los medios y fuerzas de que pueda disponer para establecer los servicios comprendidos en los incisos siguientes: a) Fundación de un Hospital Regional Español en Bahía: Blanca; b) Asistencia jurídica gratuita de españoles desamparados y gestiones de asuntos ante el consulado de España; c) Residencia de españoles con hospedaje y cocina económica para españoles transeúntes y sin trabajo; d) Casa-quinta y asilo de huérfanos y ancianos en el punto que determine el Congreso en su oportunidad; e) Propender a que todas las sociedades tengan personería jurídica, gestionándola gratuitamente de los poderes públicos para aquellas que no la posea, cargándose únicamente los gastos originados por estos trámites; f) Procurar la creación de Vice-Consulado de España en los pueblos cabeza de partido: g) Fomento de asociaciones de socorros mutuos en los pueblos donde no. las haya y que así lo requiera nuestra mejor acción colectiva; h) De los fondos que forman el capital social de la Federación el Consejo Directivo destinará la parte que estime oportuno para establecer becas que usufructuarán los españoles e hijos de españoles o españolas, a fin de que puedan seguir estudios secundarios. Es entendido que el Consejo Directivo las concederá a aquellos que hayan obtenido la calificación de sobresaliente en los grados de tercero a sexto. Puede, también, el Congreso, establecer recursos especiales para atender con mayor amplitud este servicio; i) Propender a la instalación de una línea de vapores: entre España y Bahía Blanca, para la importación de productos españoles y exportación de productos argentinos; j) Oficina de colocaciones e informes para los españoles en general.”
En el Art, 3° se fija el día 2 de mayo de cada año para la celebración de los sucesivos Congresos y se establecen las condiciones a que se ajustará su realización. Y por los artículos siguientes se fijan normas para el funcionamiento del organismo: Consejo Directivo, convocatorias a asamblea, manejo de fondos, etc., hasta llegar .al Art, 14° que determina: “Queda terminantemente prohibido «discutir puntos que se relacionen con la política y religión de la Argentina y España.”
Se procede luego a la elección de los miembros que integrarán el primer Consejo Directivo y cumplidos los formulismos de práctica, se anuncia el siguiente resultado: Florentino Suárez, 36 votos; Adrián M. Veres, 35; José V, González, 35; Eladio Bautista, 35; Lorenzo Tomás Garan, 27; Aurelio González, 25; Manuel Pérez Chaves, 22; Francisco Izarra, 20; Julián Pibernat, 19; Adelino Gutiérrez, 17; Rafael Laplaza, 16; Antonio A. Muñiz, 15; Manuel Bermúdez, 15; Ernesto M, Serrano, 13; Antonio Hernández, 12; Do- mingo Vázquez, 11 y Andrés Moreno, 10; proclamándose a continuación los doce primeros.
A las 21 horas quedó clausurado el Congreso; y de acuerdo a lo dispuesto por sus integrantes, suscribieron el acta fundamental los señores: Luis Eizaguirre, Andrés Moreno, Eladio Bautista, Domingo Vázquez, Juan García Puig, Dr. Adrián M. Veres, Román Ledantes, Florentino Suárez, Peregrino Danza y Manuel Ruíz.
BANQUETE DE CONFRATERNIDAD
Con motivo «de la celebración del Congreso, ese día, a las 22 horas, se realizó un banquete de confraternidad, que constituía uno de los números del programa preparado en esa ocasión y que luego pasaría a ser parte complementaria de todos los sucesivos Congresos. Porque, en realidad, estas asambleas brindaron siempre una oportunidad ciertamente propicia para festejar cordialmente —a la par que el aniversario del histórico 2 de Mayo de 1808— el periódico reencuentro fraternal de entusiastas compatriotas a veces largamente separados por razones de distancia entre distintos lugares de su habitual residencia o por circunstanciales exigencias de sus propias actividades.
La fiesta en esta primera y trascendente tal ocasión se llevó a cabo en el hotel D´ltalia, en cuyo amplio salón comedor había sido adecuadamente preparado al efecto uno de los sectores, donde se ubicaron cerca de doscientas personas. Distintas autoridades locales, gerentes de las instituciones bancarias, periodistas, etc., conjuntamente con las delegaciones llegadas de diversas localidades de la zona, proporcionaron brillantes proyecciones a la reunión, que resultó expresión de verdadera confraternidad hispano-argentina, y de la cual diría al día siguiente La Nueva Provincia, “La fiesta resultó imponente, digna del doble motivo que la inspiró: la conmemoración del glorioso aniversario hispano y el homenaje a los delegados de la región que concurrieron al Congreso.”
Antes de iniciarse el banquete —en cuyo menú, para estar a tono con las circunstancias, figuraban una crema madrileña y arroz a la valenciana— la orquesta ejecutó el Himno Nacional Argentino y la Marcha Real Española; para amenizar posteriormente el curso de la reunión con “Bonita” (serenata-bolero), “La Gran Vía” (fantasía), ”Un peu d´ amor” (vals), “Granada” (intermedio), “Cádiz” (fantasía), “Angelillo” (paso doble), “El Plesiosauro” (tango) y Paso Doble Final.
Al servirse el champagne hizo uso de la palabra el Dr. Adrián M. Veres, quien se refirió al 2 de mayo de 1808, vinculando su conmemoración en esta oportunidad la trascendental iniciativa que, como homenaje a la histórica fecha, terminaba de culminarse exitosamente al dejar fundada la Federación Regional de Sociedades Españolas, y luego de expresar otros conceptos, agradeció la presencia de los delegados visitantes y numerosas y distinguidas personas que compartían la celebración de tan significativos acontecimientos. Posteriormente hablaron el delegado de Coronel Pringles, señor Amelio González; el Cónsul de España, Dr. David G. Carreño Pumariega; don Enrique Julio; el Dr. Eduardo Tuñón; dan Rogelio Estévez Cambra y don Antonio Boqué,
INICIACION DE LAS ACTIVIDADES DEL PRIMER C. DIRECTIVO
El 3 de mayo, es decir al día siguiente de celebrado el Congreso, se reunieron los miembros designados para integrar el primer Consejo Directivo y procedieron a la distribución de cargos; quedando el mismo constituido así: Presidente, Doctor Adrián M, Veres; Vice-Pte, 1°, D. Eladio Bautista; Vice-Pte. 2° D, Florentino Suárez; Secretario, D. Manuel Pérez Chaves; Sub-Secretario, D, Aurelio González; Tesorero, D, Lorenzo Tomás Garau; Sub- Tesorero, D, Rafael Laplaza; Consejeros: Señores José V. González, Antonio A. Muñiz, Adelino Gutiérrez, Francisco Izarra y Julián Pibernat,
De inmediato, los dirigentes iniciaron una serie de tareas relativas a la organización del nuevo organismo, cursando gran número de comunicaciones, efectuaron diversos trámites, etc., y el día 28 de mayo, realizaron la segunda reunión, en cuyo transcurso fueron considerados numerosos asuntos, de entre los cuales sólo mencionaremos seguidamente los de mayor importancia.
Para atender asuntos de carácter jurídico que pudieran ser presentados por españoles desamparados, fueron designados los doctores Eduardo F. Tuñón y Manuel Bermúdez, Se dispuso iniciar trabajos tendientes a lograr la creación de sociedades españolas de socorros mutuos en Oriente, El Perdido, Mayor Buratovich, Zapala, Guatraché y Cascallares. También se resolvió emprender gestiones para tratar de obtener el establecimiento de una línea de vapores directa entre España y Bahía Blanca. En cuanto a la posibilidad de repatriación de españoles sin recursos, se tomó conocimiento de las conversaciones mantenidas con el Cónsul de España local para lograr la concesión de pasajes. También en la misma sesión se tomó conocimiento del anuncio de la visita a Bahía Blanca del ilustre dramaturgo español don Jacinto Benavente y en tal virtud se dispuso convocar a una reunión a todas las sociedades españolas locales a fin de organizar actos de homenaje al mismo; resolviéndose asimismo estudiar la posibilidad de que don Jacinto Benavente ofreciera una conferencia a beneficio del Hospital Español en proyecto.
FUE MUY INTENSA LA ACTIVIDAD DESDE EL COMIENZO
Consignados ya algunos de los principales aspectos de la tarea inicial del Consejo Directivo, a simple título ilustrativo, agreguemos que la actividad durante el transcurso del primer ejercicio fue realmente intensa. Prueba de ello es que al Cerrarse el mismo, el C. D. había celebra do 30 sesiones, considerando gran cantidad de asuntos en cada una de ellas.
Como es natural, no es posible detallar aquí los innumerables pequeños asuntos que en el primer ejercicio y luego en los posteriores fueron reclamando la atención de los dirigentes, que dicho sea en honor a la verdad, se dedicaron a su estudio y solución con una preocupación y a veces con sacrificio personal ciertamente ponderables abandonando frecuentemente sus intereses particulares para atender los de la colectividad, Como es lógico, en repetidas oportunidades fue requerida su intervención en cuestiones desagradables, en conflictos originados en una y otra parte, desacuerdos, choques de opiniones. Et., o para afrontar situaciones penosas en favor de compatriotas desamparados. Bien es cierto que ello, a manera de compensación, en muchísimos casos les proporcionó grandes satisfacciones; que se agregaban a las que les ofrecían otras fases más gratas de la propia actividad de la Federación, cuando les correspondía cooperar en actos festivos o participar en iniciativas agradables. Así, en aquel ingrato quehacer como en estas amables tareas aludidas, los casos registrados, los asuntos tratados, en el correr de los años se fueron sucediendo y multiplicando; y como hemos dicho, por razones explicables, no pueden ser detallados totalmente en esta reseña panorámica, Por eso se hará una referencia suscita, a grandes rasgos, de sólo algunos de los aspectos más sobresalientes de esa plausible labor de los sucesivos consejos directivos que, por otra parte, ha quedado reflejada en las respectivas Memorias de cada ejercicio anual.
ORGANIZACION Y CONSOLIDACION DEL ORGANISMO
Ya se ha dicho que el C. Directivo tuvo que desarrollar intensa actividad desde el primer momento. Ello era lógico, por supuesto. Había que organizar el funcionamiento de la flamante Federación; y a la vez, tratar de poner en marcha también el mayor número posible de iniciativas contempladas al ser proyectadas las bases fundamentales del organismo, amplias y generosas según se ha visto.
En primer término y desde los instantes iniciales centró sus mejores esfuerzos en el sentido de consolidar firmemente la entidad, gestionando la adhesión definitiva de aquellas sociedades que lo habían hecho sólo en principio o ad-referendum de sus próximas asambleas; mientras por otra parte se ocupó tesoneramente de mejorar la organización de algunas federadas; iniciando trámites para la obtención de la personería jurídica de las mismas, asesorándolas para facilitarles el perfeccionamiento de sus sistemas de labor, etc.,
Asimismo, en acción entusiasta y sostenida, realizó una activa propaganda tendiente a la creación de sociedades mutualistas en todas las poblaciones donde aún no existían; promoviendo a tal efecto el interés y la intervención de los compatriotas más destacados y diligentes de cada lugar propicio para ello, efectuando visitas, provocando reuniones y facilitando medios de organización. Para el mejor éxito de tales gestiones, el C. D., en algunos casos destacó comisiones especiales para que se trasladaran a distintos pueblos comprendidos dentro de la jurisdicción preestablecida, Fue así como, en tal virtud, poco a poco fueron surgiendo aquí y allá nuevas sociedades españolas que se unían a las muchas existentes; de tal manera que pocos años después sólo por excepción quedó algún centro urbano de relativa importancia que no tuviera la suya, Así fueron surgiendo e incorporándose sucesivamente las asociaciones de Oriente, Guatraché, Alpachiri, Algarrobo, Allen, Goyena, Villa Alba, etc.
Corresponde agregar también que, cada vez que los compatriotas de alguna población, tras las tareas preparatorias, se reunían para fundar una nueva Asociación, las principales autoridades de la Federación Regional se hacían presentes en las respectivas asambleas, siendo acompañadas en algunas oportunidades por el Cónsul de España en Bahía Blanca. Por consiguiente, dichos actos alcanzaban, sin excepción, caracteres de verdaderos acontecimientos lugareños; que, al mismo tiempo que prestigiaban y vigorizaban a la Federación, servían para acentuar aún más el característico espíritu patriótico y confraternal de los hijos de España.
Con relación a este capítulo, es interesante consignar que al efectuarse el segundo Congreso, el 2 de mayo de 1923, figuraban ya definitivamente incorporadas la Federación, 42 entidades; a saber: Asociaciones Españolas de S.M. de: Bahía Blanca, Coronel Pringles, Choele Choel, Bordenave, Alpachiri, Algarrobo, Allen, Darregueira, Jacinto Arauz, La Colonia, Lobería, General Roca, Guamini, Guatrache, Macachín, Médanos, Miguel Cané, Patagones, Punta Alta, Saavedra, Saldungaray, Oriente, Tornquist, Rio Colorado; Sociedad Española Recreativa de Bahía Blanca, Laurak-Bat (B. Blanca), Nueva España (B. Blanca), Club Español (B, Blanca), Casa de Galicia (B. Blanca), Centro Asturiano (B. Blanca), Casa de Aragón (B. Blanca), Sociedad Española de Casbas, Centro Español de Cuatreros, Orfeón Español de Ingeniero White, Orfeón Español de Punta Alta, Centro Español de Tres Arroyos, Sociedad Española de Púan, Sociedad Española de Maza, Sociedad Española de Tres Arroyos y Centro Recreativo de Punta Alta.
REPATRIACION DE ESPAÑOLES
Aun cuando entre los fines establecidos por el Congreso constitutivo de la Federación, no figuraba especialmente determinada la repatriación de españoles, por imposición de las circunstancias el C. D. tuvo que dedicarse casi de inmediato a este aspecto social, organizando la correspondiente sección en beneficio de compatriotas sin recursos.
Ya en la segunda sesión del cuerpo se consideró la posibilidad de que el Cónsul de España en esta ciudad concediera a la Federación, periódicamente, algunos pasajes para ser concedidos a españoles necesitados. Dos meses después, en julio, se consiguió del vice-Cónsul de España en Buenos Aires, doctor Mariano de la Sota, en ese entonces a Cargo del Consulado General en la Argentina, la conformidad para el otorgamiento de seis medios pasajes gratis por mes, Y poco después, la Federación, con esa base inició tal actividad en beneficio de numerosos compatriotas; debiendo consignarse que dicha cantidad mensual de pasajes pudo ser ampliada en muchas oportunidades y que la ayuda pudo completarse en algunos casos con la generosa contribución de la Federación o allegados a la misma, contando también con la cooperación en Buenos Aires de la Asociación Patriótica Española.
Esta obra profundamente humanitaria y realmente ponderable, que permitió a muchísimos españoles reintegrarse al seno de sus humildes hogares en la Madre Patria, por lo general ya enfermos o ancianos, se prolongó por espacio de varios años; para ser más exactos; hasta 1930, año durante el cual la Federación logró repatriar a 14 compatriotas. Las dificultades para la obtención de pasajes que habían surgido para esa época, se fueron acentuando cada vez más; agravadas por la intensa crisis general que tan seriamente afectó al país, En la memoria de: la Federación de 1932 se expresa: “Esta sección —Repatriación— que ha reportado siempre grandes y efectivos beneficios a numerosos compatriotas, se encuentra momentáneamente paralizada, pues a pesar de todas las gestiones realizadas durante el transcurso del año fenecido, no ha sido posible obtener pasajes de repatriación. Sin embargo, esperamos que para los primeros meses del año en curso, se han de obtener algunos medios pasajes, que servirán para repatriar a compatriotas enfermos, sin trabajo, ni familia, y que desde hace largo tiempo, abrigan la esperanza de volver a la tierra que les vio nacer, para recibir el calor de sus familiares”.
Pero aquella esperanza se desvaneció posteriormente, En la Memoria del año siguiente, 1933, se consigna: “Son numerosos los compatriotas indigentes que acuden a nuestra Secretaría social en demanda de pasajes de repatriación, para acogerse al amparo de sus familiares en la patria. Poco se ha podido hacer al respecto, pues los pasajes de ultramar que facilita el Estado español, se concentran en el Consulado General de Buenos Aires, donde se atienden los pedidos con prioridad a los del resto de las ciudades del interior de la República. Solo después de VEINTIOCHO MESES de gestiones de toda especie, se han obtenido cuatro medios pasajes, para una familia huérfana; y dos para un matrimonio indigente”.
En 1934 se efectuaron aun nuevos intentos y como último recurso se envió una solicitud en tal sentido al Ministro de Estado de España y un pedido de intervención y apoyo a la Agrupación de Representantes de Sociedades Españolas de América en Madrid, merced a lo cual se logró la concesión de varios pasajes por última vez. Posteriormente todas las tentativas fracasaron.
FONDO DE AUXILIOS
El mantenimiento de la iniciativa de repatriación, a poco de ser puesta en práctica, originó una nueva situación que el C.D. se vio obligado a afrontar y resolver de inmediato. Algunos de los compatriotas —residentes en Bahía Blanca o que llegaban a la ciudad desde otras lo- calidades mediante la intervención de alguna de las sociedades federadas— carecían por completo de recursos para atender los gastos necesarios hasta el momento de embarcarse por lo que hubo que ayudarlos con dinero en efectivo. Y ocurrió también que hubo que socorrer a otros españoles desamparados por enfermedad u otras circunstancias apremiantes. Y como obligó a formular pedidos de contribución una y otra vez, improvisando colectas, el C. D. en diciembre de 1925, resolvió organizar una sección que llenara esas funciones con carácter permanente. A tal efecto creó un “Fondo de Auxilios”, mediante la suscripción de cuotas mensuales voluntarias, que, según la Memoria de ese año “obtuvo la más franca y amplia acogida entre el comercio español de nuestra ciudad”.
Acerca de dicha iniciativa, dos años después, en 1927, se dejaba constancia en la respectiva Memoria que: “en la práctica es esta la Sección que viene realizando verdadera obra de Beneficencia, pues, con su producto, socorremos a los compatriotas, con dinero efectivo, pasajes y comidas en diferentes hoteles, hasta encontrarles colocación adecuada a sus condiciones”. La Sección siguió proporcionando importantes beneficios a los compatriotas necesitados durante algunos años sin mayores inconvenientes. Pero en 1931, la Memoria del 10° ejercicio expresa. “Este fondo, formado por el aporte de cuotas con la que contribuye un reducido número de compatriotas ha sufrido también las consecuencias de la crisis económica, viendo disminuir sus entradas, mientras que en proporción inversa, aumentaron los postulantes, viéndonos obligados a tener que reducir la ayuda a los casos apremiantes, y estos, infortunadamente, han abundado tanto, que hubo que recurrirse a las reservas para poderlos atender”.
En los años inmediatos las alternativas registradas en esta sección fueron similares; aunque en algunos momentos se agudizó la apuntada insuficiencia de medios en tanto crecían las necesidades, Con todo, el Fondo de Auxilios prosiguió durante mucho tiempo cumpliendo la humanitaria función para la cual fue creado; aun dentro de las limitadas posibilidades a que lo obligan circunstancias ajenas a la mejor voluntad de los dirigentes. Así, en 1942 fueron atendidos 72 necesitados, y sin mayores variantes se continuó luego hasta que la iniciación de las actividades del Hospital Regional Español y otras circunstancias hicieron in- necesario el mantenimiento de la benéfica iniciativa por medio de la cual la Federación cumplió una obra de positivo mérito.
BOLSA DE TRABAJO
Otra de las iniciativas ponderables fue la creación de la “Bolsa de Trabajo”, puesta en práctica en 1925 y destinada a proporcionar ocupación a los compatriotas desocupados y especialmente a los que recién llegaban de la Madre Patria, a los que se les quería evitar muchas odiseas dolorosas, como expresaba el Consejo al solicitar la colaboración de las sociedades federadas, Desgraciadamente esta gestión del C. D. no en todos los casos encontró el eco favorable que hubiera permitido obtener un éxito de mayor trascendencia. Porque la verdad es que era un aspecto en el que tal colaboración era ciertamente necesaria y podía haber dado una dimensión de grandes proyecciones a la iniciativa, ya que siendo la colectividad tan numerosa y constituyendo por lo general sus integrantes destacados, cuando no principales factores en el comercio, establecimientos rurales, etc. de las distintas regiones circundantes, las sociedades federadas estaban en condiciones de constituirse en eficacísimo medio para facilitar la colocación de compatriotas que generalmente se dirigían en primer término a Bahía Blanca.
De cualquier modo la “Bolsa de Trabajo”, aun cuando no se pudo organizar con la eficiencia y la amplitud propuesta, permitió realizar una apreciable obra en favor de los españoles sin trabajo. Miembros del C. D, y personas allegadas a la Federación y también un buen número de sociedades federadas procuraron y obtuvieron durante el curso de varios años la colocación de compatriotas, mediante gestiones personales, recomendaciones, etc. Y sobre todo beneficiaron de manera altamente apreciable a los que recién arribaban a estas tierras para ellos desconocidas y necesitaban imprescindiblemente que se les orientara, estimulara y ayudara en forma adecuada.
REVISTA IBERO-AMERICA
El 12 de octubre de 1943 hizo su aparición la revista mensual Ibero-América —Órgano oficial de la Federación Regional de Sociedades Españolas—, bajo la dirección del señor Antonio Crespi Valls. Su editorial de presentación se iniciaba expresando: “Desde su ya lejana fecha de fundación, el día 2 de mayo de 1922, la Federación Regional de Sociedades Españolas, se propuso crear un Órgano periodístico propio que estableciera contacto permanente con todas las entidades adheridas a la misma y aun con aquellas instituciones hermanas que, sin estar afiliadas a la Federación, comparten idénticos anhelos patrióticos y palpitan con iguales inquietudes de beneficencia y ayuda mutua. El Consejo Directivo actual de la Federación, ha creído oportuno el instante para llevar al terreno de la práctica su antiguo propósito”
Y más adelante consignaba: “Es inoficioso establecer que la revista IBERO- AMERICA ni tiene, ni defiende, ni sostiene, ni patrocina, ninguna opinión política. Ni española ni americana. Su misión es de paz, de unión y de amor, De acercamiento espiritual. De comprensión entre lo americano, lo argentino en primer término, y lo español. De ensalzamiento y protección del mutualismo desinteresadamente y humanamente practicado. De recordación para los españoles, de la historia maravillosa de España, tierra tanto más amada cuanto más lejana. En atención a lo dicho, IBERO- AMERICA no excluirá de sus páginas ninguno de los temas patrióticos, históricos, económicos, literarios, que puedan tener conexión con su título y que resulten de interés colectivo, dando preferencia a los tópicos de carácter regional, porque en este pedazo de tierra argentina vivimos nosotros”...
En los párrafos transcriptos —entresacados de otros varios— queda establecida en síntesis, la razón esencial de su publicación; nobles propósitos que posteriormente fueron mantenidos con firmeza sin ser desvirtuados en ningún momento. Integraban ese número —como ocurrió normalmente en lo sucesivo— 50 páginas de texto, con buena cantidad de grabados, en excelente impresión tipográfica.
Desde su número inicial se caracterizó por su bien seleccionado material de lectura, constituido por notas de positivos méritos, amenas e ilustrativas, de manifiesta atracción y utilidad para la colectividad hispano-argentina, pero así mismo de verdadero interés general. En virtud de la conocida predilección de su director, en sus páginas aparecieron frecuentemente trabajos de carácter histórico, bien documentados y generalmente escritos por el mismo señor Crespi Valls, quien en algunos casos suscribía los artículos con seudónimo. Y, como es natural, la revista, dedicaba habitualmente algunas páginas a reflejar las actividades que las distintas sociedades federadas desarrollaban en sus respectivos radios de acción,
Contó “Ibero-América” desde su aparición con un núcleo de calificados colaboradores, Entre ellos figuraban: Federico Baeza (h), Francisco Mestre, Urbano Hernández, Ricardo García Audinis, Germán García, José Del Valle Montilla, José Fonrat, Berta Gaztañaga, Amelia Kludt, Alicia Ibeas de Iglesias Gil, Gabriel Ganuza Lizarraga, Diego Reguera Godoy, Agustín de Arrieta, José A. Martínez, Luis Ureta, Manuel E, Vallés, Paco Abad, Enrique Cabré Mpré, Luciano Rascon Reyero, Felipe L. Piazza, Miguel J. Solano, José Montero, Zulema Cornídez, Marina del Sil, Anelise, Juan Mújica, Oscar Fuentes Urios, Francisco Parera, Rafael González Villareal, Manuel Serrano Vivanco, Arturo H. Kiernan, José Codón, Enrique Ferracutti, José López Silva (h), Arnaldo Collina Zuntini, Manuel E, Ortega y otros.
La revista apareció normalmente todos los meses hasta junio de 1946; y luego empezó a hacerlo bimensual o mensualmente, como consecuencia del paulatino encarecimiento de los gastos de imprenta. Por ese entonces, octubre de 1946, al cumplir tres años de vida, en su Nº 35, expresaba: “Muchas satisfacciones morales ha concedido a la Federación su órgano representativo, a través de sus tres años de vida. No puede decirse lo mismo de los resultados económicos, porque IBERO-AMERICA, como todas las publicaciones de su índole, no halla el apoyo efectivo que deberían tener en la Argentina y de parte, principalmente, de los españoles en condición de entregarles parte de su publicidad comercial”.
Posteriormente, las dificultades económicas fueron acentuándose, en razón del creciente aumento del costo, que a fines de 1947 se había duplicado, Consecuente- mente su aparición se fue haciendo más espaciada y a comienzos de 1948 el C. D. dispuso suspender momentáneamente la publicación. El Congreso de las asociaciones federadas, celebrado el 2/5/1948, consideró extensamente la situación y tomó algunas disposiciones tendientes a reanudar su edición, Pero el alza continua anuló los mejores deseos y la revista, final- mente, no apareció más, Fue muy sensible su desaparición, después de haber consolidado firmemente su prestigio, tras su valioso y muy apreciado aporte cultural,
EL HOSPITAL REGIONAL ESPAÑÓL
Al ser fundada la Federación el 2 de mayo de 1922 y establecer en su Estatuto los fines y propósitos de su creación, fija en primer término en el inciso a) del Art. 2°: “Fundación de un Hospital Regional Español en Bahía Blanca”.
Desde aquel entonces, con una persistencia inalterable, en cada Congreso, en las reuniones del Consejo Directivo y en cuanta oportunidad daba lugar a ello, se reiteraba una y otra vez y siempre la permanente y viva inquietud de los dirigentes por concretar la proyectada construcción del Hospital, “Base principal de la existencia de la Federación”, “piedra angular”, “motivo principal del organismo”, “esencia y propósito tenaz”, “fin que casi se podría llamar único, el Hospital” y otros conceptos similares se hallan repetidos insistentemente en escritos, actas, memorias, etc.,
Los primeros fondos: Más aún, esa idea predominante se expandía y trascendía más allá de los propios límites de la Federación, lo prueba el surgimiento de la iniciativa que dio origen a los primeros fondos destinados a tal fin. Al promediar el mes de julio de ese año 1922, el C. D. resolvió convocar a los presidentes de las sociedades españolas con el propósito de aunar ideas para conmemorar dignamente el próximo “Día de la Raza” y posteriormente se dispuso hacer extensiva la convocatoria a los titulares de instituciones argentinas. En la primera reunión, el 28/7/1922, uno de los asistentes, el señor Juan Carlos Calzada, sugirió la confección de un botoncito-distintivo alusivo a la fecha citada. Aceptada y llevada a cabo la sugestión, la venta de los mismos a $ 1 cada uno, sirvió de base para iniciar los depósitos de fondos Pro Hospital Regional Español de Bahía Blanca, que al final del primer ejercicio ascendían a $ 1.393,90.
En el 2% Congreso la mayor parte del tiempo fue destinado a la consideración del asunto Hospital, resolviéndose finalmente autorizar al C. D. para designar una subcomisión especial para asesoramiento y presentación de un proyecto de construcción y financiación, Nombrada posteriormente, quedó formada por los señores Dr. Rafael Hernández Ramírez, Primitivo Fernémdez, César García Castroman y Andrés Moreno. Pero, por ausentarse definitivamente de la ciudad el doctor Hernández Ramírez y renuncia del señor García Castroman, la misma quedó desintegrada poco después, Sin embargo, el Secretario señor Andrés Moreno presentó el proyecto y estudio encomendado y el C. D. resolvió aceptarlo y remitirlo al Congreso del 2/5/1925. Este a su vez consideró su contenido y dispuso que volviera al C. D. y se remitiera a las federadas para el estudio de su financiación. Entre tanto, el Dr. Veres, en julio de 1924 había iniciado la donación mensual de los honorarios percibidos de la Asociación Española por la prestación de sus servicios profesionales; generosa contribución que mantuvo a lo largo de una década, aparte de la atención gratuita de los numerosos enfermos que acudían a la Federación.
Así, mientras por una parte se hacían las primeras tentativas para dar forma al proyecto, por otra se iniciaban las contribuciones destinadas a la futura obra.
Nuevas tentativas frustradas: Aquella primera tentativa no prosperó por distintas circunstancias, Luego se fueron gestando diversas iniciativas tendientes al mismo fin, pero por una u otra causa no lograban materializarse, a pesar de los sostenidos esfuerzos de los integrantes de los sucesivos Consejos, que no declinaban en su nobilísimo propósito, como lo testimonian las actas y memorias de cada ejercicio, en cuyas páginas se reflejan alternativamente el inocultable regocijo cuando se atisbaba una perspectiva halagüeña, la esperanzada tregua en los momentos de transición o el transitorio desasosiego cuando las contrariedades anulaban alguna promisoria posibilidad, Pero la constante preocupación persistía ininterrumpidamente, firme, tenaz.
Tras algunos inconvenientes y entre reiterados reclamos solicitando mayor dedicación (de interés a la irrenunciable iniciativa formulados) a determinadas sociedades remisas, los dirigentes intensificaron su acción al aproximarse el centenario de la fundación de Bahía Blanca (11/4/1928), con la intención de tratar de estar en condiciones de poder iniciar la anhelada obra en ese entonces como homenaje a la ciudad. Es así como en 1927 redoblan sus esfuerzos, alentados por un soplo de optimismo, pues si bien es cierto que los resultados no alcanzan la magnitud deseada, verdad es también que se podían considerar como bastantes satisfactorios. El 11 de agosto de ese año se formaliza la compra de una fracción de tierra (97.930.37 m.) en el sector denominado “La Falda”, entre calles Sarmiento y Las Heras, lugar que se estima ideal para construir el Hospital; y por otra parte, con destino a esa obra, se inicia una colecta en la que se reciben aportes importantes: $ 10.000 del Señor Luciano Aranzabal, $ 10,000 del Sr. José Echeverz $ 2.000 del Sr. Casto Barquin, $ 2.000 del Sr., Francisco Castineiras, $ 1.000 del s.f., Manuel Domínguez, etc., que se suman al significativo volumen que ya habían adquirido las donaciones mensuales del Dr. Veres ($ 11.818 m/n.), contándose además con la formal promesa de importantes contribuciones de materiales de construcción. Y por otra parte la Asociación Española de Punta Alta, en un gesto que desgraciadamente no tuvo imitadores, había hecho una apreciable contribución, que finalmente ascendió a $ 3.178.20.
En 1928, aún cuando no se pudo concretar el propósito de iniciar las obras en el homenaje propuesto para el centenario de B. Blanca, en esa oportunidad fue colocada en aquel lugar mencionado la piedra fundamental, realizándose con tal motivo una muy lucida ceremonia que alcanzó amplias proporciones, de la que participaron destacadas personalidades de las esferas oficiales y figuras representativas de distintas actividades locales y de la zona. La parte de las tierras adquiridas, excedente de la gran fracción reservada para el Hospital, jardines y dependencias, fue subdividida en lotes y ofrecida en remate, a plazos, siendo adquiridos los mismos por un valor en conjunto de $ 99.224; resultado ciertamente halagador para esa época,
En el transcurso de ese año predominó todavía el ambiente de generalizado optimismo de post-guerra (de la de 1914- 1918), Pero en 1929 se empezó a insinuar una crisis general, que luego se fue acentuando paulatinamente en los años siguientes. Con todo, no se abandonaron las gestiones y en 1932, en plena culminación del ciclo desfavorable, una Comisión Asesora designada especialmente al efecto por el X Congreso e integrada por los señores Lorenzo Tomás Garau (Presidente), Arturo García Herd (Secretario), Alfonso Benot, José Diez Terreros, Manuel Zurita, Enrique Cabré Moré y Manuel Urquiola, presentó un amplio estudio —en un folleto impreso, de 16 páginas— sobre el costo de construcción, amueblamiento, sostenimiento y financiación del futuro Hospital, que fue considerado en el XI Congreso. Pero ni en esta ni en las sucesivas asambleas inmediatas se decidió afrontar resueltamente la trascendental obra, La persistente y grave situación económica imperante tornaba de sumo riesgo la empresa, Los desastres financieros afectaron seriamente o paralizaron muchas actividades; y esta iniciativa no podía escapar a sus consecuencias; las donaciones se fueron reduciendo gradualmente y el cobro de los lotes de tierra vendidos, correlativamente, se fue tornando cada vez más difícil.
Se abrió así un prolongado paréntesis en las tareas pro-Hospital; pero sin que ello significase en ningún momento despreocupación de las autoridades de la Federación. Casi una década de expectante espera transcurrió; alternada apenas con algunos ensayos sin mayor éxito. Hasta que en 1938, con el fin de allanar dificultades a la concreción del antiguo anhelo, se propuso en el Congreso del 8/5/1938 la creación de una Asociación Regional Española de Beneficencia, fusionando las entidades mutualistas de Bahía Blanca, Punta Alta y Cuatreros. La iniciativa originó una serie de opiniones encontradas, promoviéndose largas y a veces agrias discusiones; y a pesar de la aprobación de las “bases” respectivas por la asamblea, no prosperó finalmente, Se produjo un nuevo estancamiento.
Pero el noble propósito persistió invariable y se continuó buscando afanosamente una solución. Por fin, se vislumbró ésta cuando el C. D. en la sesión del 2/2/1943, tras laboriosas gestiones previas, aprobó un proyecto de una subcomisión especial constituida por los señores José Ferrer, Victoriano Álvarez, Urbano Hernández y Ramón Arestizábal, de acuerdo al cual la Federación conjuntamente con la Asociación Española de Beneficencia de esta ciudad, harían construir el Hospital en el terreno de propiedad de esta última, ubicado en calle Estomba Nº 565.
La etapa definitiva: Después de tantas tentativas frustradas, de tal manera, se llegaba finalmente a una promisoria coincidencia de opiniones, Había en el proyecto de convenio dos modificaciones sustanciales respecto a las anteriores “bases”: se desistía, por una parte, de crear la Asociación Regional Española de Beneficencia y por otro lado, se abandonaba la idea de levantar el edificio en los terrenos primeramente elegidos, en “La Falda”, considerados ya para ese entonces como inconvenientes por carencia de agua corriente, luz eléctrica, razones de distancia y otros factores adversos.
El 7/2/943, los representantes de ambas entidades, señores Eladio Bautista, José Blanco Fernández, Ramón Arestizábal, Cecilio Tagarro, José Ferrer, Antonio Crespi Valls, Francisco Luena, José Suárez Suárez, Juan Montero y José López Guillen, en “acuerdo de caballeros”, firman un compromiso para “patrocinar en el seno de las respectivas Comisiones y ulteriormente en las Asambleas, defendiendo hasta donde les sea factible, las bases esenciales estipuladas en siete considerados y trece artículos” del proyecto preparado y en tal virtud, la Federación resuelve convocar a un Congreso Extraordinario a las sociedades federadas, para el domingo 21 de marzo de 1943, Ese día, reunidos en el local del Club Español, calle O'Higgins N9 79, 21 delegados, bajo la presidencia de don Eladio Bautista y con la presencia además del Cónsul de España, señor José Gallostra, luego de un amplio debate, resolvieron aprobar el proyecto, en medio de vivas expresiones de entusiasmo, A título ilustrativo reproducimos seguidamente algunos de los principales artículos del convenio aprobado:
“1°) La Federación Regional de Sociedades Españolas, conjuntamente con la Asociación Española de Beneficencia y S. Mutuos, construirán el Hospital Regional Español en el terreno que a tal efecto tiene la segunda nombrada en la calle Estomba Nº 565 de esta ciudad, a cuyo efecto aportará todo su más amplio apoyo moral y material y el capital, cuyo monto resolverá y fijará oportunamente el C. Directivo de la Federación Regional de Sociedades Españolas,
4°) El nombre del Hospital Español será: “Hospital Regional Español”, y las placas recordatorias a colocar en el sitio privilegiado que se destine, ostentarán esta leyenda: “Hospital Regional Español, construido con los fondos de la Federación Regional de Sociedades Españolas y la Asociación Española de Beneficencia y Socorros Mutuos de Bahía “Blanca”.
5°) La Federación Regional de Sociedades Españolas tiene derecho a poner el nombre de sus donantes hecho con el fin de la construcción del Hospital Español, en las salas que con esos aportes se construyan; desde ya, las primeras salas llevarán los nombres de: “Doctor Adrián Morado Veres”, “José Echeverz” “y “Luciano Aranzábal”. Este derecho se entiende tanto para el presente como para el futuro,
6°) Sin perjuicio del asesoramiento que estime conveniente con fines ilustrativos, la Federación delega la dirección, administración y realización de la construcción del Hospital, en la Asociación. Española.
9°) La Federación Reg. de Soc. Españolas, convendrá con la Asociación Española, lo viable para que, los asociados de las instituciones federadas de la zona y ciudad, gocen siempre igual tratamiento en el Hospital Reg. Español, que el que reciban y presten a los socios de la Asociación Española, en lo referente a hospitalización y atención interna del establecimiento.
10°) La Fed. Reg. de Soc. Españolas, conviene con la Asoc. Española, que esta entidad con su actual denominación o cualquier variante que tenga en el futuro queda a perpetuidad, es decir, mientras subsista la Asociación, afiliada a la Federación con los mismos derechos y deberes que las demás sociedades y que al efecto establecen los Estatutos de la Federación
Con la aprobación del convenio culmina exitosamente el patriótico y humanitario propósito mantenido con renovada fe a través de más de 20 años de intenso bregar, Por fin se está en condiciones de comenzar a levantar la anhelada obra. Anhelada fervientemente no sólo por los fundadores y sucesivos integrantes de la Federación, sino también por quienes constituyeron en un lejano 26 de febrero de 1882 la Asociación Española de Beneficencia y quienes les sucedieron hasta llegar al feliz momento en que uniendo esfuerzos, capitales y voluntades, se encontró la perseguida fórmula para convertir en realidad la magna obra soñada. Una clara sensación de alivio, de “misión cumplida” parece percibirse a través de las páginas que documentan el final de las alternativas de aquel tenaz trajinar en pos de esa aspiración, en ellas se ha dejado constancia de emotivos conceptos vertidos en las trascendentales reuniones, reflejando el estado anímico de los participantes. El acontecimiento es recibido con expresivas demostraciones de complacencia, tanto en el seno de la colectividad española de la ciudad y la zona como entre el vecindario en general, pues se valoraba en todo su alto significado la importancia de la obra proyectada. Y de ahí su grata resonancia,
Construcción e inauguración del Hospital: De inmediato se iniciaron los aprestos preliminares para poder comenzar cuanto antes a materializar el proyecto. Y por supuesto que ahora con mayor entusiasmo y optimismo. Se designó una Comisión Ejecutiva, integrada por un crecido núcleo de miembros de la colectividad hispana, presidida por el señor Restitute: García y en la cual figuraban como presidentes honorarios el presidente de la Federación, don Eladio Bautista; el Dr. Adrián M. Veres y el presidente de la Asociación Española, don José Blanco Fernández. La misma empezó enseguida a desarrollar una intensa campaña de propaganda, colocación de bonos, organización de actos, etc.
El 12 de octubre de ese año 1943 se colocó la piedra fundamental en el sitio establecido para levantar el Hospital, calle Estomba 565, en una ceremonia de singular relieve, de la que participaron destacadas personalidades. La bendición estuvo a cargo del presbítero Enrique José Fabi; actuando como padrinos la señora Lina María G. de Aranzábal y el Dr. Adrián M. Veres. Luego de firmarse un pergamino recordatorio, pronunciaron conceptuosos discursos el Sr. José Blanco Fernández, el Comisionado Municipal, Tte. Coronel don Rómulo Betnaza y el Sr. Restituto. García.
La Comisión Ejecutiva entre tanto prosiguió actuando activamente, contando con la valiosa colaboración de una Comisión de Damas, en la tarea de gestionar contribuciones. Con rapidez fueron considerados y resueltos detalles del proyecto del arquitecto Manuel Mayer Méndez y del ingeniero José María Arango, bajo cuya dirección la Empresa Constructora Juan R. Cervino inició los trabajos en marzo de 1944, luego de serle adjudicada la obra y aceptado el presupuesto presentado. La construcción se realizó con ritmo acelerado siendo así como al cumplirse el año de la colocación de la piedra fundamental ya se estaba casi en condiciones de poner al tope la simbólica rama de tamarisco, que, días después, apareció; y el 5 de noviembre se celebró la feliz circunstancia del techado con un almuerzo popular, que reunió allí, en las futuras dependencias del Hospital, alrededor de 500 personas en cordial ambiente de fiesta, amenizada por la Rondalla Ibérica dirigida por Segundo Ochoa y Federico Izco. Ya en las postrimerías de ésta, previa lectura de un “Llamado Patriótico” de contribución por parte del Sr. Ramón Arestizábal, secretario de la C. Ejecutiva, pronunció un discurso el presidente de ésta, Sr. Restituto García; siguiéndole en el uso de la palabra el Sr. José Blanco Fernández —quien anunció que la madrina del Hospital, doña Lima María G. de Aranzábal, terminaba de hacer llegar una donación de $ 10.000—, hablando a continuación el presidente de la Federación, señor Eladio Bautista; el vicecónsul de España, señor Ángel Rey Montero, el Dr. Adrián M. Veres y el Dr. Federico Baeza,
La inauguración. — El 12 de octubre de 1946 se llevó a cabo finalmente la esperada inauguración del Hospital, asociando este acontecimiento a la celebración del “Día de la Raza”, El acto, que se realizó poco antes del mediodía, asumió magníficos contornos. La acera de calle Estomba sirvió de escenario y tuvo como colorido fondo la fachada del edificio de sobrias líneas de estilo Renacimiento Español, profusamente engalanada con banderas argentinas y españolas. Ocuparon los palcos colocados allí, autoridades civiles, militares y eclesiásticas, representantes de distintas instituciones y numeroso público, entre el que se destacaba la grata presencia de una crecida cantidad de damas ofreciendo en conjunto animado marco a la ceremonia. Cabe señalar que en palco oficial se hallaba el señor José Joaquín Esandi como invitado especial, en su carácter de único sobreviviente del núcleo que fundó la Asociación Española, el 26-2-1882; encontrándose además allí el representante del sector Embajador de España, don Manuel Góngora, agregado cultural de la Embajada.
En primer término fue ejecutado el Himno Nacional Argentino por la banda de música del Regimiento 5% de Infantería, siendo coreado por los presentes; y a continuación el presbítero Simón V, Delgado bendijo el Hospital. Seguidamente pronunció un brillante discurso el vicepresidente de la Asociación Española. Dr. Federico Baeza, quien luego de extenderse acerca del significado de la gloriosa fecha del 12 de Octubre, a su institución como el “Día de la Raza” y al sentido de cálido homenaje que se le rendía con la designación de esta fecha para la ceremonia que se celebraba, historió pormenores de la iniciativa de crear el Hospital “viejo y caro anhelo de la colectividad española” —expresó— que su propia magnitud y la carencia de recursos fue dilatando “sin que el ideal se extinguiera; por el contrario, éste se acrecen- taba con el correr del tiempo”; agregando más adelante el Dr. Baeza: “La colectividad española unida en torno al ideal común, dio un hermoso y admirable ejemplo de solidaridad fraterna, de comprensión, de altruismo reconfortante, de caballeresca hidalguía de españolismo. Dejando a un lado preocupaciones materiales, sin mirar quien aporta más o menos, la Asociación Española y la Federación en representación de las entidades federadas unieron capitales y esfuerzos para construir y habilitar este Hospital Regional Español. Tales son los frutos de la concordia y de la unión, cuyo significado espiritual supera en mucho al aporte económico”.
Seguidamente habló el presidente de la Comisión Ejecutiva, don Restituto García, quien reseñó detalles de la magnífica obra, mencionando esfuerzos realizados e inconvenientes superados y entre otras cosas, dijo: “tenemos un Hospital Argentino, que con el nombre de Español, está al servicio de la humanidad”; destacando después las amplias y generosas contribuciones recibidas, como así también la entusiasta colaboración prestada por distintas instituciones y personas, y en especial la muy activa y eficaz de la Comisión de Damas presidido por doña Manuelita Lopetegui de Esandi.
Posteriormente la concurrencia se trasladó al interior del edificio, visitando detenidamente las diversas dependencias e instalaciones, Y quedó así inaugurado el Hospital Regional Español, como feliz culminación de la tenaz voluntad mantenida con inalterable firmeza por quienes dirigían las sociedades españolas federadas.
Pocos días después fueron iniciados los distintos servicios hospitalarios, con la dirección del Dr. Alberto S. Benchimol y el concurso de un núcleo de prestigiosos profesionales. Y desde entonces, como comprobación categórica de la razón de ser de aquella irrenunciable aspiración de los que estaban decididamente empeñados en crear una obra benéfica, humanitaria y de sentida necesidad, el prestigio del Hospital Español y el requerimiento creciente de sus servicios se han ido acentuando año tras año. Para demostrarlo bastará mencionar que la Asociación Española de Beneficencia Hospital Regional Español, tenía 1.951 socios el 31-12-1943, los que ascendieron a 5.226 diez años después (1953) y a 10.098 en 1960 y se elevaron finalmente en 1970 a 17.156 (7.417 varones y 9.739 mujeres), sin incluir a los asociados de las entidades afiliadas a la Federación; alcanzando su capital social a la suma de pesos 123.000.000.- La elocuencia de estas pocas cifras citadas son en extremo concluyentes como expresión cabal de la importancia adquirida por el Hospital que tantos desvelos ocasionó a los antiguos dirigentes de las entidades hispanas.
De ahí entonces que la concreción de esta obra de tan vastas proyecciones signifique un timbre de honor para la Federación que con su acción persistente y desinteresada contribuyó en considerable grado a que la misma se llevara a cabo y que luego con sus periódicos aportes siguió cooperando para que su progresiva evolución se consolidase cada vez más en beneficio de tan amplios sectores de esta región sureña, además de los muy amplios que brinda a la población bahiense.
Acerca de los aludidos aportes y la considerable significación alcanzada por éstos últimamente, corresponde añadir —a manera de broche de oro para cierre de estas páginas rememorativas del proceso de tan loable iniciativa— que varias circunstancias se aunaron para que todos los integrantes de la Federación, al llegar ésta a su primer ciclo cincuentenario, experimentaran la íntima satisfacción de poder brindárselos merced al renovado esfuerzo de los dirigentes que en ella se fueron sucediendo a lo largo de ese tiempo.
Aquel propósito esencial que, al fijar los fines básicos en 1922, establecía en primer término la “fundación de un Hospital Regional Español”... y luego, ya fundado éste, se renovaba en el texto modificado, determinando: “Secundar moral y materialmente la obra presente y futura del Hospital”.... en efecto, culminó tras una serie de alternativas el 19 de septiembre de 1969 con la transferencia a ese Establecimiento, de dos manzanas —18.985 mts. cds.— de tierras de ese predio situado en “Villa España” (La Falda); donde precisamente en 1928 había sido colocada la piedra fundamental para su erección, de acuerdo al proyecto inicial, que luego cambió en cuanto a la ubicación. Cumplidos los requisitos exigidos por la licitación dispuesta para la venta de esos terrenos, ellos pudieron ser adjudicados al Hospital Español, mediante el pago del 45% del precio base mínimo fijado en $ 7.000-000.-
Pero además, como importante complemento, al ser recuperadas varias fracciones de esas tierras de “Villa España” —según pormenores consignados en el capítulo respectivo—, y puestas en subasta el 6 de septiembre de 1970, con pago en 144 mensualidades, se obtuvo un total de $ 36.360.000; importe del cual se destina el 55% al Hospital Español, que, de tal manera, éste irá recibiendo periódicamente de la Federación hasta cubrirse ese largo plazo.
De ahí, pues, que se pueda considerar ciertamente satisfactoria esa contribución que, ya al cabo de media centuria de un transcurrir no siempre agradable, permite rubricar dignamente la nobilísima aspiración expresada y suscripta con firmeza por aquel núcleo de españoles que la soñaron medio siglo atrás.
DIA DE LA RAZA
La Federación, desde el mismo año en que fue fundada, 1922, siempre tuvo destacada participación en los actos organizados para celebrar la gloriosa fecha del descubrimiento de América, el 12 de Octubre, “Día de la Raza”, que el presidente de la República, don Hipólito Yrigoyen instituyera como “fiesta nacional” en 1917,
Año tras año hizo de tan magna fecha circunstancia propicia para promover actos de hondo sentido espiritual y patriótico. Y entre ellos constituyeron números tradicionales el oficio de un Tedeum en la Catedral y un gran banquete de confraternidad; y, tanto aquella ceremonia dentro de su solemnidad como esta reunión en cordialísimo ambiente de fiesta, congregaron no sólo a elevada cantidad de miembros de la colectividad hispana y descendientes, sino también a autoridades civiles y militares y destacados r=presentantes de distintas actividades de la ciudad y zona circundante.
Sólo en algunas oportunidades por razones de fuerza mayor o motivos circunstanciales, dichos actos no se llevaron a cabo. En cambio, en otras, la celebración alcanzó contornos mucho más lúcidos aún por la incorporación de ceremonias o fiestas especiales a las ya habituales mencionadas Así, en tal sentido, pueden señalarse las grandes veladas artísticas en el Teatro Municipal, que en todas las ocasiones en que se efectuaron constituyeron notas de relieve sobresaliente. De igual manera pueden mencionarse los actos culturales que en algunos casos fueron organizados en adhesión a esa fecha y que contaron con la participación de figuras de prestigio.
Colocación de una placa en Av. Colón. — Dentro de los números de excepción que alternaron y dieron más brillo al programa de festejos más o menos tradicional puede citarse la entrega de una placa de bronce a la comuna bahiense, llevada a cabo el 12 de octubre de 1924, en nombre del pueblo de esta ciudad. Se efectuó a iniciativa de la Federación y contó con la contribución de miembros de diversas instituciones argentinas, españolas, italianas, etc. y con un núcleo de caballeros que individualmente se unieron a efectos de participar en la realización del homenaje.
La placa fue descubierta en un interesante acto cumplido el indicado día, concurriendo al mismo autoridades civiles y militares y numeroso público. Su entrega estuvo a cargo del presidente de la Federación, señor Víctor Morera Sobré, quien con tal motivo pronunció un breve discurso; al que respondió en nombre del Comisionado, el secretario del mismo don Luís Larribité; hablando posteriormente los doctores Eduardo F, Tuñón y Carlos D. Cisneros y el señor Cesareo Fernández Pereyro La placa, con la inscripción: “Avenida Colón - el pueblo de B. Blanca en homenaje al Día de la Raza - 12 Octubre 1924” quedó colocada en la esquina de iniciación de dicha arteria, calle Chiclana, en el frente del edificio del Banco Español.
Torneo de fútbol por la “Copa España”. — En 1929 y años subsiguientes, la celebración del Día de la Raza, contaron con un número nuevo en el habitual programa de festejos; número de carácter deportivo que dio un matiz diferente al conjunto de actos, confiriéndoles en ese aspecto notoria atracción popular, como que se trataba de un atrayente torneo de fútbol por un artístico y valioso trofeo denominado “Copa España” cuyo partido final se hacía coincidir con tal significativa fecha.
La “Copa España” había sido donada por el Rey Don Alfonso XIII, y fue traída desde la Madre Patria por el miembro del C. D. de la Federación don Felipe Cot, en ocasión de un viaje efectuado por el mismo en ese entonces. El alto valor material y espiritual del trofeo asignaba excepcional importancia a los cotejos eliminatorios, de tal manera que el interés del público —cuya predilección por el fútbol era manifiesta— se iba acentuando en forma paulatina, para concentrarse finalmente en el partido decisivo, que, en consecuencia, adquiría proyecciones de gran fiesta deportiva y social.
Todo ello, por consiguiente, al vincular a grandes núcleos de público en la celebración de tan magna fecha, contribuía en alto grado a difundir aún más la trascendencia histórica del acontecimiento recordado y a extender y consolidar también los característicos sentimientos de confraternidad hispano-argentina,
Concursos de composiciones escolares. Las autoridades de la Federación, en su activo quehacer, en distintas oportunidades también dedicaron su atención al pequeño mundo escolar —como se consigna en otros capítulos— e hicieron propicia la celebración del 12 de Octubre para contribuir al más amplio y mejor conocimiento de las virtudes de la raza hispana y el aporte de los hijos de la Madre Patria al progreso mundial. Entre las iniciativas de esta índole puestas en práctica, es digna de ser señalada por el vasto alcance logrado, el gran certamen de composiciones escolares sobre el tema “Descubrimiento de América”, organizado en 1931; en el cual participaron alrededor de un millar de alumnos de 5° y 6° grado, poniendo de manifiesto el entusiasmo con que fue acogido el mismo entre los niños de numerosas escuelas. El atrayente concurso tuvo una culminación digna y brillante en el acto preparado, para efectuar la distribución de las recompensas otorgadas, el cual alcanzó amplias proporciones y se desarrolló en el grato ambiente propio del especial motivo que lo animaba; concurriendo al mismo las principales autoridades escolares, representantes de distintas entidades, personal docente, familiares, etc. Entre los diversos números complementarios preparados, figuraron varias interesantes disertaciones alusivas a la fecha celebrada. Corresponde agregar que en dicha oportunidad, por disposición del Comisionado Escolar, señor Isauro Robles Madariaga, en las escuelas del distrito fueron dicta- das clases especiales relativas al magno acontecimiento.
Oficialización de los festejos. - Al año siguiente, 1932, por primera vez en la ciudad las autoridades comunales oficializaron los festejos del Día de la Raza; y por otra parte, tomaron participación activa en la organización de un programa, que en esa oportunidad, contó con una serie de interesantes números nuevos ; recepciones "en la Municipalidad y en “el Consulado de España; exposición pictórica y acto cultural en la Biblioteca Rivadavia, organizado por el Centro Español; almuerzo popular en el Prado Español; partido final de fútbol por la “Copa España”; concurso de juegos infantiles; y distribución de víveres en la “Olla Popular”, con la cooperación de la Municipalidad, Rotary Club, Consulado de España, Club Español, etc.
En los años siguientes, la fecha siguió celebrándose con características similares y entre algunas de las variantes notadas, puede mencionarse el izamiento de la bandera española, conjuntamente con la argentina, en la plaza Rivadavia, en 1935, acto en el que participaron autoridades civiles y militares, representantes de diversas instituciones y público en general. En esa oportunidad, pronunció una interesante alocución el Intendente Municipal, señor Agustín de Arrieta; a la que siguió un discurso del Cónsul de España, Dr. Rafael de los Casares.
Actos culturales, - Con cierta frecuencia, los actos culturales integraron el programa celebratorio; y algunas ocasiones significaron notas de excepcional resonancia al contar con el concurso de figuras de reconocido prestigio: el Dr. Rómulo D. Carbia (1935), Dr. Ángel J. Battistesa (1957), etc., etc.
Visita de una fragata española. - En esta rememoración de los hechos más salientes de las celebraciones del Día de la Raza, no puede omitirse aquí la mención de una de las de más vastas proyecciones, como lo fue, en efecto, la que tuvo lugar el 12 de Octubre de 1944, en razón de encontrarse en esa fecha en Puerto Belgrano el buque-escuela español “Juan Sebastián de Elcano” en viaje de instrucción naval. La feliz circunstancia permitió que participaran de los actos, representantes de la plana mayor, oficialidad, guardias marina y tripulación de dicha fragata y que dieran singular brillo a los mismos con su presencia. Especialmente el tradicional banquete, esta vez cobró extraordinarias proporciones y lucimiento, tanto por los centenares de asistentes al mismo como por la concurrencia de prestigiosas personalidades y las características poco comunes ofrecidas; la sostenida animación y cordialidad; la serie de interesantes y emotivos discursos pronunciados, entre ellos el del comandante de la nave visitante, Don Leopoldo Boado Endeiza; el concurso de la banda de música del Regimiento 5 de Infantería, que ejecutó los himnos argentino y español, etcétera.
Almuerzos populares. - Entre los números de los festejos que a través del tiempo tuvieron especial significación, deben citarse los almuerzos populares realizados en el “Prado Español”, que existió hasta promediar la década de 1940, entre las calles 12 de Octubre, 19 de Mayo, 11 de Abril y el arroyo Napostá. Desaparecido el Prado Español —espacioso, magnífico y pintoresco escenario de las grandes romerías españolas que hicieron época en la vida bahiense,— el almuerzo popular de camaradería, que, conjuntamente con el Tedeum, siguió siendo número tradicional de la celebración, continuó realizándose luego en hoteles céntricos de la ciudad.
Problemas generales de carácter económico, político, etc., originados con alguna frecuencia en el país, la región o la propia ciudad, a veces repercutieron también en el seno de la Federación, al igual que en las actividades de otras instituciones; y como consecuencia de ello, circunstancialmente, interrumpieron la continuidad de costumbres arraigadas o tradicionales. Así ocurrió con algunas celebraciones o actos rememorativos y entre ellos los del “Día de la Raza”; que, sin embargo, la Federación no dejó de festejar, o expresar su adhesión de alguna manera cuando la oportunidad se ha presentado,
A manera de ejemplo, señalaremos un caso, muy ilustrativo por cierto; como que se trata el de haber unido a la rememoración del acontecimiento la gratísima presencia de una mujer y artista excepcional: la eminente actriz doña Lola Membrives, cuya imagen perdura fulgurante en el tiempo, En efecto, encontrándose transitoriamente en Bahía Blanca, la admirada doña Lola, el 12 de Octubre de 1964, la Federación le rindió un simbólico homenaje en tan fausta fecha a la incansable viajera que llegó a los más diversos escenarios del mundo como una virtual embajadora del arte español, ofreciendo a todos los públicos, con ese su acento inolvidable, una de las características expresiones del espíritu de la raza cuyo día se celebra anualmente el 12 de octubre.
Pero, a pesar de lo ya apuntado, después de transcurrir varios años durante los cuales dicha fecha pasó apenas recordada, en 1970, superados algunos problemas, se reanudó la organización de actos celebrativos, en los que la Federación tomó participación activa,
Fue así como hizo propicia la circunstancia de la realización de una, interesante fiesta en la “Escuela España”, para concurrir a ella y efectuar un aporte monetario destinado a la ponderable obra que en su seno cumple la Cooperadora de la misma. Y, por otra parte, adhirió y participó en actos auspiciados por el Hospital Regional Español y por la Casa de España; debiendo destacarse en los relativos a esta última entidad, los aportes asignados para otorgar premios tanto en el Concurso de Pintura Artística (distinción asignada a la señora María Isabel Bustelo de la Riva, por su obra “Aquel paisaje de Cuenca”), como en el Certamen Literario, en el que, desarrollando el tema “Algunos aspectos de la modernidad y eternidad del Quijote”, obtuvieron el premio las señoritas Ana María Agoni y Ana María Terenzi, con un trabajo que mereció muy favorables comentarios.
Nuevamente en 1971, al celebrarse un nuevo aniversario del descubrimiento de América, la Federación adhirió y participó activamente en actos similares; y, como en el año anterior, hizo llegar una nueva contribución a la Cooperadora de la Escuela España.
VISITAS A LAS SOCIEDADES FEDERADAS
Desde sus comienzos, la Federación estableció una modalidad muy grata por cierto con la realización de frecuentes visitas de miembros del C. D. a distintas asociaciones federadas, existentes en la amplia región de su jurisdicción preestablecida. En algunos casos tales visitas se efectuaron también a localidades en las cuales convivían importantes núcleos de españoles, sin que existiera entidad alguna que los aglutinara, Pero como de este aspecto nos ocupamos en capítulo aparte, aquí sólo nos referiremos someramente a aquella amable tarea de cortesía complementaria de las relaciones con las entidades federadas.
Si se quiere, podría decirse que había una razón natural para que así ocurriera. En efecto, establecido ese vínculo cordial al federarse las sociedades, los dirigentes de la entidad matriz, es decir de la Federación, eran invitados a participar de todo acto o fiesta que aquellas organizaban; y éstos, con cabal sentido de la función que cumplían, invariablemente y con el consiguiente agrado, se trasladaban en delegación ya fuere a algún lugar cercano como otros distantes; y por supuesto, el resultado de esos acercamientos y encuentros fraternales, no podía ser sino provechoso en sumo grado. Pero, aparte de los motivos apuntados, los miembros de este organismo central, aprovechaban, o creaban, cualquier circunstancia propicia para allegarse hasta las sociedades federadas de pueblos vecinos y compartir transitoriamente la vida lugareña y consolidar vínculos amistosos.
Esta costumbre se mantuvo casi sin variantes a través de muchos años; pero luego, especialmente al promediar la década del 40 —en que ocurrieron en el país cambios tan fundamentales en la convivencia y costumbres generales, — poco a poco y cada vez más se fueron espaciando aquellas visitas, hasta desaparecer por completo finalmente. En efecto, después de las que en 1945 se hicieron a Jacinto Aráuz, Tornquist y Cipolletti, sólo excepcionalmente se efectuó alguna,
TERRENOS EN “LA FALDA” (VILLA ESPAÑA)
Constituyendo la construcción de un hospital, asunto de preferente atención en el que hacer de la entidad, lógica era que preocupara a sus dirigentes la adquisición de un terreno para ser levantado el mismo, tan pronto como la obtención de fondos dejara entrever tal posibilidad.
Fue así como en sesión del 3/11/1925 se resolvió iniciar la búsqueda de una fracción de tierra apropiada a tal fin; y luego, el 12/1/1926, teniendo ya dos propuestas, se efectuó una reunión extraordinaria a efectos de considerar las mismas, en la que fue debatido ampliamente el asunto, decidiéndose constituir al Consejo en comisión para ver los terrenos ofrecidos y asimismo entrevistar al doctor Veres, ya que siendo, dice el acta, uno de los más entusiastas y generosos españoles interesados en la realización del benéfico establecimiento, se considera un deber conocer su opinión como amigo y como médico. Ocurrió entonces que al realizar su cometido dicha comisión, el doctor Veres, ofrece en donación una fracción de tierras de su propiedad; pero como se llegó a la conclusión de que no resultarían adecuadas por su ubicación, el mismo ofrece vender una parte de las mismas y donar su importe para contribuir a la compra del terreno que se considere conveniente para el Hospital Español, tan pronto se obtenga.
Mientras se prosigue la búsqueda de un terreno apropiado, llega la fecha del y Congreso 02/5/1926—, En éste se considera el asunto, pero no se llega a un acuerdo acerca de los propuestos; por lo que la asamblea resuelve autorizar al C. D. para que siga las gestiones y compre el que estime más conveniente. La tarea resultó dificultosa y recién después del VI Congreso, el C. D. pudo finiquitar la operación, el 11 de agosto de 1927; fecha en que, por ante don Rogelio Estévez Cambra —que donó sus honorarios a favor del futuro Hospital— se firmó la escritura de compra al Sr. Juan Unsworth, en representación del Banco de Londres, de una fracción de 93.980.387 m2 de la chacra 245, con un frente de 235 metros a la calle Sarmiento por 415 metros de fondo, a razón de 40 centavos el m2. Fue una operación muy acertada por cierto.
Casi simultáneamente a la compra del terreno se inició una colecta pro Hospital, de la que nos ocupamos en el capítulo relativo a este establecimiento y donde también mencionamos la venta de 4 manzanas fraccionadas en lotes, o sea la parte considerada no necesaria a aquel fin; designándose al conjunto de tierras como futura “Villa España”.
Como comprobación del ambiente predominante en aquellos momentos, consideramos de interés reproducir un párrafo de la Menoría correspondiente al 7% ejercicio, en el cual se expresa: “Si afortunados fuimos en la compra del terreno para ubicar en el Hospital Español, más afortunados hemos sido aun en la fracción de tierra que con el sugestivo título de “Villa España” subdividimos en 104 lotes y vendimos el día 6 de mayo de 1928 por intermedio de los Sres. Varela y Boffi, en 80 mensualidades. Para demostrar nuestro optimismo bastará decir que el total de la venta alcanzó a pesos 99.224, lo que prueba no sólo la bondad del negocio sino también la confianza plena que los compradores tienen en la Federación y en la obra proyectada”,
En la aludida parte reservada se introdujeron importantes mejoras: en 1928 se la hizo cercar y se construyeron pozos y tanques, con molinos para la extracción de agua destinada al riego de las plantas que se colocaron, y en 1931 se hizo construir una casita de 2 piezas, cocina y baño para el cuidador de esos bienes. Continuamente se fue intensificando la colocación de distintas plantas, con el propósito primero de que pudieran servir más adelante al proyectado Hospital y luego, cuando se desistió de levantarlo allí, con miras de destinar ese gran parque en formación a lugar de recreo al aire libre, fiestas campestres, etc.; pero la falta de luz eléctrica, agua corriente y otros factores desfavorables malograron aquellos planes.
Se debe consignar también que la referida venta de lotes de tan promisoria iniciación, como consecuencia de haber sido hecha con facilidades de pago a largo plazo y haber sobrevenido poco después la grave crisis económica va aludida en otras partes de esta reseña, sufrió una serie de tropiezos en la atención de las cuotas: inconvenientes que la Federación sorteó de la mejor manera posible, en algunos casos tras prolongadas gestiones.
En 1950 el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en razón de proyectar la apertura de una gran avenida de en lace entre los parques de Mayo e Independencia, inició la expropiación de terrenos comprendidos en ese sector de la ciudad, pero no debidamente delimitados, lo que creó cierta incertidumbre acerca de las partes de las tierras de la Federación que pudieran resultar afectadas. Por ello fue necesario realizar reiteradas gestiones ante reparticiones oficiales tanto en Bahía Blanca como en La Plata para tratar de aclararla situación. Con todo, luego de casi veinte años, no se había logrado definir perfectamente la misma y al proseguirse los trámites, recién hacia fines de la década del 70 se obtendría una solución satisfactoria.
Mientras tanto, en 1953, el C. D, consideró oportuno ofrecer en remate varios lotes no comprendidos en las posibles partes expropiables; siendo vendidos la totalidad, 18, obteniéndose un importe total de $ 91.400.- Posteriormente, el 25-6-1956, fue vendida a la señora Odette María Ana Fermé y Dupuis o Fermé de Wiedemann, una fracción de 22.341.54 mts2, a $ 15.- ($ 335,123.22), con facilidades de pago, quedando cancelada la operación el 5-1-1960 y suscribiéndose la respectiva escritura. Del importe líquido obtenido se entregó el 55% al Hospital Regional Español.
Ya más tarde, en 1969, cuando en el juicio seguido contra el Fisco de la Provincia se obtuvo la retrocesión de dominio de las parcelas afectadas por los trámites de expropiación, se hizo la transferencia a favor del nombrado establecimiento hospitalario de dos manzanas de terreno (18.985 mts.2 entre calles Alsina, Las Heras y Rawson-R, Rojas) según se detalla en el capítulo correspondiente.
Y con posterioridad, al efectuarse una minuciosa revisión de antecedentes acerca de los lotes vendidos en 1928 y cuya real situación no aparecía clara como consecuencia de pagos parciales, abandono por parte de adquirentes, etc., se logró establecer la existencia y pertenencia en propiedad de la Federación, de veinte lotes. Ofrecidos ellos en remate por intermedio del martillero don Osvaldo Cirone, fueron vendidos en su totalidad, con facilidades de pago en 144 mensualidades, el 6 de septiembre de 1969, obteniéndose en conjunto la suma de pesos 36.360.000.-; de cuyo producido líquido corresponde el 45% a la Federación y el 55% al Hospital Regional Español, establecimiento que se halla tan estrechamente vinculado a esta institución y que, en definitiva, resulta así beneficiado en considerable parte de esas tierras predestinadas a la creación y apoyo de la tan ponderable obra que el mismo cumple en plena evolución progresista.
ESCUELA Nº 22: “ESPAÑA”
La imposición del nombre de “España” a la escuela provincial Nº 22, ubicada en la calle Almafuerte Nº 951 de Bahía. Blanca, y la distinción conferida a la Federación en oportunidad de la colocación de la piedra fundamental de dicho establecimiento, constituyeron evidentemente unas de las notas más simpáticas y halagadoras registradas en la vida de la entidad; en manera especial por la intermitente repercusión posterior originada por tan gratos motivos,
A comienzos de la década del 40, un núcleo de vecinos del progresista barrio bahiense denominado “Almafuerte”, constituyó una comisión con el fin de recolectar fondos destinados a la compra de un terreno para ofrecerlo en donación al Estado, a efectos de que en él se construyera un edificio para la mencionada escuela Nº 22. La iniciativa culminó exitosamente, siendo adquirido un amplio solar. Con posterioridad se efectuaron las gestiones pertinentes arte la Dirección General de Escuelas de la Provincia —cuyo titular era en ese entonces nuestro convecino don Juan C, Mirand, siendo aceptado el donativo y a la vez, resuelta favorablemente una proposición para que la escuela fuera designada con el nombre de “España”, sugerido por el director del periódico local “Hispano”, don Manuel Pérez Chaves.
Adelantados ya los trámites, en 1944, la aludida comisión pro Edificio de la Escuela Nº 22, dirigió una nota a la Federación, en su carácter de entidad representativa de la colectividad española en esta parte del país, ofreciéndole el padrinazgo, con motivo de la colocación de la respectiva piedra fundamental; honrosa distinción que los dirigentes del C. D. aceptaron complacidos. La correspondiente ceremonia se efectuó el domingo 13 de enero de 1946 y alcanzó singular lucimiento, pues el vecindario y público en general se congregó en elevado número en torno a los palcos levantados en el amplio terreno destinado a la escuela y en los cuales habían tomado ubicación gran cantidad de invitados. La piedra fue bendecida por el Pbro. Juan Mesquida, procediéndose de inmediato a su colocación, acto en el que actuaron como padrinos los miembros del C. D de la Federación, y sus señoras esposas, don Eladio Bautista y señora, Juan Lopetegui de Bautista, don Ramón Arestizábal y señora Irene Rosa de Arestizábal, y don Julián Pérez Martín y señora Fanny Hass de Pérez Martín; figurando también como madrina la señora María Iriarte de Pérez Chaves, A continuación la banda de música del Regimiento 5° de Infantería, ejecutó el Himno Nacional Argentino; y, seguidamente pronunciaron sendos discursos la directora de la Escuela Nº 22, señorita Carmen Buschiazzo; el presidente de la Comisión pro Edificio, señor Amleto Zanconi; el inspector escolar de zona, señor Prudencio Soto; el vicecónsul de España, señor Angel Rey Montero; y el inspector de escuelas, señor Francisco Tellarico.
Finalizado el acto allí, se pasó al local del club “Almafuerte” donde se ofreció un vino de honor a los invitados; en cuyas circunstancias hizo uso de la palabra el señor secretario de la Federación, don Ramón Arestizábal, quien se refirió a algunos aspectos relativos al acto que se celebraba, agradeciendo la distinción otorgada a la entidad y a la vez el vivo reconocimiento, valorado en todo su alto significado, por la decisión de las autoridades educacionales de dar el nombre de “España” a esa escuela, “para la que —dijo— todos los españoles tendrían sus mejores preferencias y simpatías, correspondiendo a tal honor”.
El domingo 16 de noviembre de 1947 se procedió a la inauguración de la escuela, en un acto que alcanzó magníficas proyecciones. El día anterior había llegado a Bahía Blanca el excelentísimo señor embajador de España, doctor José María de Areilza, Conde Motrico, acompañado de su señora esposa doña María de las Mercedes Churruca, Condesa de Motrico, y de una calificada comitiva constituida por los agregados naval y aeronáutico y otras personalidades con sus distinguidas esposas, especialmente in- vitados a la inauguración de la escuela. La presencia de la extraordinaria representación diplomática española, unida a la de altas autoridades nacionales, provinciales y municipales, figuras destacadas de las Fuerzas Armadas, de los círculos eclesiásticos, educacionales, cuerpo consular, etc., dio inusitado brillo a la ceremonia. La bendición estuvo a cargo de Monseñor Germiniano Esorto; actuando de padrinos el señor embajador de España y su señora esposa, A continuación hicieron uso de la palabra varios oradores.
Las autoridades de la Escuela Nº 22 “España” continuaron manteniendo las más cordiales relaciones con los dirigentes de la Federación, quienes fueron invitados a concurrir cada vez que en aquel establecimiento se organizaba algún acto, fiestas de fin de curso escolar, etc. En mérito a ello y también porque se trataba de dar cumplimiento a un propósito surgido en ocasión del padrinazgo de la Federación, el C.D. deseaba concretar en el broche su hondo reconocimiento y, para asignarle un sentimiento espiritual más significativo, se proponía hacer fundir la placa en España, pero diversos inconvenientes demoraban el cumplimiento de ese anhelo, por lo que se dispuso finalmente que ello se efectuase aquí.
El homenaje propuesto se llevó a cabo el domingo 30 de noviembre de 1958. Proporcionó singular lucimiento al acto de entrega y descubrimiento de la placa la presencia del cónsul general de España en Buenos Aires doctor Miguel de Lojendio y distinguidos acompañantes, conjuntamente con el Sr. Intendente Municipal, don Haroldo C. I. Casanova, y otras autoridades civiles, militares, eclesiásticas, escolares, etc. y numeroso público. La placa fue bendecida por Monseñor Germiniano Esorto, Para hacer entrega de la misma, hizo uso de la palabra el señor presidente de la Federación, don Eladio Bautista, quien inició su discurso expresando: “Hace años, el señor Embajador de España en la Argentina, doctor Areilza, visitó esta Escuela que hoy distingue con su presencia el señor Ministro Plenipotenciario encargado del Consulado General de España en Buenos Aires, doctor Miguel de Lojendio. En aquel entonces, y quizás siga siendo aún en la Provincia de Buenos Aires la única escuela oficial que se levantaba y de- signaba con el glorioso nombre de la España inmortal...”; agregando más adelante: “De común acuerdo el representante de España y la Federación Regional de Sociedades Españolas que me honro en presidir, ofrecieron donar a la novel escuela una placa de bronce que ostentase el emotivo nombre de la Madre Patria Descubridora. Se pensó que la placa fuera fundida en España. Diversas circunstancias lo impidieron y para no retardar más la prometida ofrenda, la placa ha sido fundida en la Argentina, y quizás así adquiera un nuevo valor sentimental; de plasmar es el metal argentino un sentido homenaje que se concreta en una sola palabra: “España”. Luego hizo resaltar que la Federación ofrendaba la misma “en el nombre de sus miles de asociados, españoles y descendientes, desparramados en este ubérrimo sur argentino, donde trabajan y perpetúan el esfuerzo civilizador de generaciones anteriores de otros españoles que a estas hospitalarias playas llegaron a través de cuatro siglos. La placa es sencilla en su valor específico, pero magnífica en su significado, porque lleva involucrado el amor de los hijos de España hacia esta maravillosa Argentina en la que ven a su segunda patria, continuación de la que dejaron un día y a la que recuerdan siempre con cariño y nostalgia”. Finalmente, tras de exponer otros conceptos, terminó manifestando: “Pido al altísimo, al hacer entrega de esta placa, que proteja por siempre a esta hermosa Escuela “España” y a las dos Patrias que los españoles que la ofrendan llevan en sus corazones: España y la Argentina... Al gran pueblo argentino salud”
A continuación habló el presidente de la Cooperadora de la Escuela, señor Amleto Zanconi y finalmente lo hizo la señora Directora doña Blanca A, M, de Rossi Vergara, quien en tal carácter exteriorizó su emocionado reconocimiento por la nueva demostración de simpatía y cariño hacia la Escuela “España”, testimoniada por la Federación Regional de Sociedades Españolas, en esa placa de bronce que ha de lucir allí como preciado galardón a través del tiempo. Y dio término a la interesante reunión con la actuación del coro escolar dirigido por la señora María M. de Soulages, el cual ejecutó varios números que fueron muy aplaudidos por las personas allí congregadas.
Acerca de este acto, el doctor Lojendio, en una entrevista de que se le hizo objeto por parte de un redactor del periódico “Nuevo Correo”, de la Capital Federal, al regresar de su gira por el interior del país, manifestó: “La Escuela Española de Bahía Blanca realizó una estupenda fiesta”,
En 1959 también se hizo propicia la circunstancia de la celebración del Cincuentenario de la citada Escuela Nº 22: “España”, para renovar y acentuar aún más los sentimientos afectivos entre dicho establecimiento educacional y la Federación. En tan grata oportunidad, como es natural, ésta no podía estar ausente en los actos celebratorios; y a manera de adhesión al acontecimiento, donó tres medallas de plata para ser adjudicadas en un certamen entre alumnos de 6° grado como premio a las tres mejores composiciones sobre temas españoles. Realizado el mismo, fueron declarados ganadores los niños Enrique C. Zana, Marta Susana Fierronato y Liliana Noemí Real; a quienes hizo entrega de las respectivas recompensas, personalmente, el señor presidente de la Federación, don Eladio Bautista, en el transcurso de una fiesta que, como todas las organizadas por esa Escuela, resultó sumamente lucida y grata por el cordial y animado ambiente en que se desarrolló, matizada con notas evocativas de la Madre Patria.
Corresponde decir que, posteriormente y hasta la fecha en que se trazan estas líneas, la Dirección de la Escuela N* 22: “España”, a cargo de la destacada educacionista doña Blanca A, Malta de Rossi Vergara, como en todas las ocasiones anteriores, hizo partícipes a los dirigentes de la Federación de todos los Actos realizados en dicha escuela, manteniéndose así inalterable la cordial vinculación surgida con motivo de la colocación de la piedra fundamental de su edificio de calle Almafuerte,
Nuestra entidad, a su vez y aunque no con la frecuencia e importancia deseadas, hizo llegar aportes para la obra que cumple la Cooperadora de la Escuela. Y además, repetidas veces tuvo la grata misión de ser intermediaria dando traslado a la misma de contribuciones entregadas por algunas sociedades en ocasión de la celebración de los congresos anuales; destacándose en tal sentido la Asociación Española de General San Martín por la frecuencia con que las efectúa.
Finalmente conviene apuntar que la Escuela Española, desde largo tiempo atrás y en el sucederse de cada curso escolar, viene destacándose entre los demás establecimientos de enseñanza similares por la renovada realización de distintos actos de índole cultural, recreativa, etc. que, a la par de complementar la formación espiritual de las legiones de niños que gradualmente pasan por sus aulas, simultáneamente permiten crear fuertes y cordiales lazos de simpatía y cariño entre los mismos alumnos, el personal docente y también con “su escuelita”. Y ello también —hay que señalarlo muy especialmente— al repercutir de manera favorable en el ánimo de las familias que integran el amplio sector urbano de su influencia, les transmite esa propia atmósfera afectiva que luego perdura en el tiempo, asociando a la “Escuela España” con una etapa trascendente en la vida de todos ellos; y que, como es natural, llena de íntima satisfacción patriótica a los españoles vinculados a las sociedades que integran la Federación.
VINCULACION CON UNA ESCUELITA DEL SUR
La donación de una placa de bronce al torpedero “Tucumán” —que se menciona en capítulo aparte— sirvió de circunstancia propia para establecer una cordial vinculación entre las autoridades de dicho buque argentino y las de la Federación; y a la vez, más tarde, de grato motivo circunstancial para que este organismo, por intermedio de la mencionada nave, pudiera hacer llegar distintos obsequios —banderitas y escudos, útiles, ropas, juguetes y golosinas— para los alumnos de una escuelita argentina del Sur: la Nº 28, de: Puerto Pirámides, en la península Valdez, Chubut.
El “Tucumán”, por disposición del Superior Gobierno de la Nación, había sido designado; oportunamente, padrino de la mencionada escuela, que lleva el nombre de “Comodoro Py”, y en tal virtud esa nave periódicamente llegaba hasta Puerto Pirámides y sus jefes y tripulantes visitaban y agasajaban a los alumnos de la misma, en especial en ocasión de las fiestas patrias. Y de ahí que, por el especial motivo antes citado, las autoridades del buque quisieran hacer participar a la Federación de aquel gesto tan simpático y humanitario, que esta aceptó muy complacida, asociándose con su contribución en tan gratos envíos.
De esos amables y repetidos gestos, como asimismo de las relaciones amistosas a que ellos dieron origen, quedó constancia en las notas cursadas por los sucesivos comandantes del “Tucumán”, capitanes de Fragata Ricardo M. Puente, Gerardo Fernández Rubio y Oscar J. Román. Rumbo a la Federación y por ésta a los mismos; aparte de las expresiones de cordialidad puestas de manifiesto personalmente en ocasión de las visitas efectuadas por miembros del C.D. a dicho buque, correspondiendo a invitaciones especiales.
Por otra parte, la Federación recibió cálidos testimonios de reconocimiento de la Dirección de dicha escuela, primeramente de la señora Elena A, de Gartland y luego del señor Mario A, Ejecutra, al hacerse intérpretes de la gratitud de los pequeños destinatarios de aquellos obsequios; “niños faltos de las principales cosas para su normal desempeño en la vida diaria escolar”, según expresa en una de sus notas la Directora señora de Gartland.
HOMENAJE A LA MARINA ARGENTINA
En ocasión de celebrarse el habitual banquete de confraternidad con motivo de la realización del XXI° Congreso de la Federación, el 3-5-1942, el señor cónsul de España, don José Gallostra, al hacer uso de la palabra mencionó la descollante acción cumplida por naves argentinas en aguas españolas en momentos aciagos para la Madre Patria, en 1936 y 1937, y sugirió la organización de un homenaje a la misma como reconocimiento de los españoles de esta parte del país, representados allí por los delegados de las distintas sociedades diseminadas en la amplía zona circundante de Bahía Blanca. Los congresales, luego ya en la asamblea, se hicieron eco de aquella oportuna sugestión y, al recogerla muy complacidos, resolvieron encomendar al C. Directivo la grata tarea de organizarlo, sobre la base de la colocación de sendas placas de bronce en los dos buques participantes directos en la acción aludida: el crucero “25 de Mayo” y el torpedero “Tucumán”.
Constituido el nuevo Consejo, teniendo en cuenta la trascendencia de la iniciativa, dispuso efectuar una sesión extraordinaria para tratar la misma, a la cual fue invitado especialmente a concurrir el señor cónsul de España, señor Gallostra, autor de la idea de referencia. Dicha reunión se llevó a cabo el 6 de junio y en ella, tras un amplio cambio de opiniones, se determinaron las gestiones a realizar con el fin de concretar tan noble propósito y que, luego, al materializarse, dieron margen a ceremonias de singular significación. En efecto, los actos preparados, y realizados el domingo 15 de noviembre de 1942, resultaron brillantes y constituyeron una auténtica expresión de hermandad hispano-argentina.
Caravana de automóviles. — Alrededor de las 8 horas del día señalado, partió desde frente de la sede de la Federación Regional una caravana de automóviles, hacia Puerto Belgrano, conduciendo a una calificada comitiva, formada por el señor cónsul de España, doctor José Gallostra; presidente de la Federación, señor Eladio Bautista; doctor Florentino Ayestarán; señores: Manuel Vallés, Angel Rey Montero, Victorino Álvarez, Juan Montero, Ramón Arestizábal, Urbano Hernández, Francisco Luena, Angel Bonacossa, Felipe Cot, Prudencio Cornejo, Manuel Borau, Agustín Pozuelos, Pedro García Reviriego, Miguel García Reviriego, Alfredo Osma, Damián Pérez, Manuel Dominguez, Vicente Belussi, R, López Silva, José Suárez, Felipe L. Piazza, José Ferrer, Alfonso Benot; personas a las que se unieron, al llegar a Punta Alta, varios representantes de la colectividad española de dicha localidad, encabezados por el señor José P. Varela.
Misa en la Capilla Stella Maris, — Poco después de la llegada de la comitiva a la base naval, donde fueron recibidos por jefes de la Marina, se inició la primera de las ceremonias preparadas; una misa en la Capilla Stella Maris en memoria de quien en vida fuera comandante del torpedero “Tucumán”, capitán de navío Mario Casari, en las circunstancias recordadas, y demás marinos fallecidos; oficio que estuvo a cargo del capellán de la Armada Luís Bertoni Flores. A la piadosa ceremonia asistieron, conjuntamente con los integrantes de la comitiva y otros representantes de la colectividad española, altos jefes de la base naval, los comandantes de todas las unidades de mar surtas en el puerto y jefes y oficiales de distintas dependencias de la región naval y del regimiento I de infantería de marina, invitados especiales, periodistas, etc. y numerosas señoras y señoritas.
Entrega de las placas, — Una vez terminada la ceremonia religiosa, los asistentes a la misma se dirigieron hacia el crucero “25 de Mayo”, que presentaba un imponente aspecto con su personal correctamente formado sobre la cubierta observándose poco más allá al torpedero “Tucumán”, también con su tripulación en perfecta formación y haciendo fondo adecuado al magnífico escenario, las demás unidades de la escuadra de mar fondeadas en las quietas aguas del apostadero del puerto, donde se destacaban las siluetas de los grandes acorazados “Moreno” y “Rivadavia”, junto a las naves menores.
Sobre la cubierta del “25 de Mayo”, en una amplia mesa, con las banderas argentina y española entrelazadas, habían sido colocadas las placas y, custodiando ese altar patrio, formaban filas a ambos lados marinos de esa nave y del torpedero “Tucumán”, hallándose también ubicada en uno de los costados la banda de música del Regimiento Nº 1 de Artillería Aérea. Junto a la mesa se colocaron el comandante en jefe de la escuadra de mar, contralmirante Benito S. Sueiro; el jefe de la base naval de Puerto Belgrano, capitán de navío José S. Zuloaga; el comandante del crucero “25 de Mayo”, capitán de navío Carlos María Sciurano; el comandante del torpedero “Tucumán”, capitán de fragata Enrique Álvarez Colodrero; el cónsul de España, Dr. José Gallostra; el presidente de la Federación Regional de Sociedades Españolas, señor Eladio Bautista; otros altos jefes de la base naval, comandantes de las demás unidades de la escuadra de mar, etc. integrantes de la comitiva de la colectividad española e invitados. "
Inició la serie de discursos, que fueron propalados por medio de altoparlantes, el señor Eladio Bautista, quien lo hizo en nombre de la colectividad hispana del sur argentino y de la Asociación Patriótica Española de Buenos Aires, entidad esta que le había designado para hacer entrega de las placas con que la misma rendía también homenaje a la Marina, al igual que la Federación Regional presidida por el nombrado señor Bautista. Comenzó su discurso con un emocionado recuerdo para quien fuera comandante del “Tucumán”, don Mario (CC, Casari y seguidamente expresó: “Hace tiempo que debía oírse en este lugar una voz española que reflejara fielmente nuestros sentimientos de gratitud, y este honor recae en mí, con la seguridad de que me acompaña toda la colectividad española, emocionada al contemplar en la Marina Argentina esa gallardía de temperamento y ese pundonor, que nos traen a la memoria las gloriosas páginas náuticas hispanoamericanas y el vigor ancestral de nuestro orgullo”, Y luego de emitir otros conceptos y aludir al anhelo del cónsul de España, Dr. Gallostra, allí presente, acerca de la concreción de este homenaje que rendían los españoles bajo los auspicios de la Federación Regional de Sociedades Españolas, agregó: Al cumplir tan emotivo como honroso mandato y hacer entrega de estos bronce, lo hago dando las seguridades de que todo corazón español se halla lleno de gratitud y reconocimiento eterno y que no ha olvidado, ni podrá olvidar jamás, la noble labor humanitaria que realizaron en momentos de dolor para nuestra querida patria, las gallardas naves argentinas de guerra “Tucumán” y “25 de Mayo”, por intermedio de sus pizarras dotaciones y planas mayores y que impulsados por las sagradas leyes humanitarias de hospitalidad otorgaron, con todo entusiasmo, el calor de sus corazones y con el fervor y abnegación que siempre fueron patrimonio y orgullo de nuestra raza. Finalmente el señor Bautista aludió a la misión que le encomendara: la Asociación Patriótica Española, para hacer entrega de sus placas de bronce, conjuntamente con las de la Federación, manifestando: “Aquí dejo a vuestra custodia estas modestísimas ofrendas, pero tened presente siempre, que en las mismas va encerrado el espíritu de nuestra colectividad española radiante en su afecto e intenso en su gratitud”
Tras los aplausos que rubricaron el discurso del señor Bautista, hizo uso de la palabra el comandante del “25 de Mayo”, capitán de navío Carlos María Sciurano, quién, luego de algunas frases iniciales, expresó: “Traéis el homenaje que arrancara de vuestros corazones, el grito espontáneo de reconocimiento de aquellas almas agradecidas que encontraron en este buque el seguro asilo para sus preciosas vidas. Y lo traéis fundido en bronce imperecedero para que recuerde eternamente el gesto de la hija, cuando en las horas tremendamente trágicas en que la violencia de las pasiones sumiera en un mar de sangre a la Madre España, se allegó a sus playas con el modesto pero eficaz auxilio de un pedazo de su suelo, para ofrecerle como seguro albergue a aquellos seres a quienes el infortunio y una suerte terriblemente adversa, convirtiera en fugitivos de su patria”. Emitió después otros conceptos en relación con aquella lucha iniciada en julio de 1938, y de agradecer con emotivas palabras el homenaje, terminó diciendo: “Es un honor y un orgullo el poder ostentarlas en nuestra cubierta; pero ellas imponen un nuevo deber: Ser su celoso custodia y no empañar jamás su brillo con una acción que las desmerezca, Que ellas sean también para vosotros, una fuente de inspiración que guíe vuestros actos por el camino del bien, que es así y de ninguna otra manera, como mejor se sirve a la patria y a la humanidad”.
Seguidamente habló el capitán de fragata Enrique Álvarez Colodrero, comandante del “Tucumán”, para exteriorizar su agradecimiento en nombre de la tripulación de esa nave. Con emocionada palabra evocó episodios de aquella lucha y la misión cumplida, con amor fraterno, en aguas españolas; aludiendo más adelante al “cariñoso homenaje de recuerdo que —dijo— realizamos hoy a la memoria del malogrado comandante capitán de navío Mario Casari, que supo infundir a sus colaboradores de las excelencias que eran propias de su espíritu selecto, permitiendo ello que la misión que lo llevara a España interpretase justamente los sentimientos argentinos, y cumpliese con dignidad las instrucciones del Superior Gobierno de nuestra patria en esa histórica emergencia”, Y tras otros conceptos finalizó manifestando: “Las placas que obsequiasteis al Torpedero “Tucumán”, os lo declaro, constituyen un honor para el buque de mi comando y un compromiso para sus tripulantes de venerar cada día más y cada día mejor a nuestra Madre España”.
Finalizando el acto en el “25 de Mayo” los asistentes al mismo fueron obsequiados con una copa de champaña, servida en una de las dependencias de la nave.
A título ilustrativo, agreguemos que las referidas placas, grabadas con artístico sentido alegórico, llevan las siguientes leyendas: “A la Armada Argentina, representada por la plana mayor y dotación del Crucero “25 de Mayo” (o “Tucumán” respectivamente), por la heroica y humanitaria obra cumplida en aguas de la Patria Española en momentos de dolor. 1936-1937, Homenaje de la Federación Regional de Sociedades Españolas en nombre de la colectividad del Sur de la Nación Argentina. Bahía Blanca, noviembre de 1942” y “La Asociación Patriótica Española rinde homenaje de gratitud a los marinos argentinos que a bordo del “25 de Mayo” (o “Tucumán”, respectivamente), llevaron la hospitalidad de su tierra generosa a las costas españolas en momento de gran dolor para la Madre Patria. Julio de 1942”.
Finalmente consignamos que, a media- dos de 1960, con motivo de haber circulado una versión sobre la posible venta de las naves mencionadas, la Federación hizo conocer a la Secretaría de Marina su preocupación acerca de la suerte que pudieran correr las placas; habiendo respondido el Jefe de la División Historia Naval, Cap. de Navío Humberto F. Burzio, que, en efecto el “25 de Mayo” será vendido, pero en su oportunidad las placas fueron remitidas al Museo Naval y en cuanto al “Tucumán” informó que se encontraba en reparaciones para continuar en servicio, por lo que conservará las placas que le fueron entregadas.
DISTINCION A DIRIGENTES DE LA FEDERACION
A fines de noviembre de 1958 llegó a Bahía Blanca el señor Ministro Plenipotenciario y Cónsul General de España en Buenos Aires, doctor Miguel de Lojendic, en cumplimiento de una gira por varias de las más importantes ciudades del interior del país. En el caso de nuestra ciudad, su visita tenía también como motivo especial hacer entrega, en nombre del señor Embajador de España en la Argentina, doctor José María Alfaro y Polanco, de las condecoraciones oportunamente acordadas por le Superior Gobierno de la Madre Patria, al señor Eladio Bautista, en su carácter de Presidente de la Federación Regional de Sociedades Españolas, al señor Albino A. Álvarez, como Presidente de la Asociación Española de Beneficencia Hospital Regional Español, y al señor Julián Pérez Martín, como ex Presidente de esta última entidad y Tesorero en ejercicio de la Federación.
Este acto se llevó a cabo en el hall del hospital Español, el día 29 de noviembre, en presencia de numerosas personas allí congregada. El señor Ministro Plenipotenciario, Dr. Lojendio, hizo entrega personalmente de las referidas condecoraciones, expresando interesantes conceptos acerca de las distinciones otorgadas y los merecimientos acumulados por sus destinatarios e instituciones representadas, cumpliendo con permanente dedicación ponderables y fecundas acciones en favor de compatriotas o descendientes de los mismos en esta región sureña la República.
Los dirigentes nombrados al recibir tan enaltecedor homenaje, —que agradecieron con emocionadas frases, — fueron objeto de vivas congratulaciones por los presentes. El titular de la Federación, Eladio Bautista, en tal oportunidad expresó: “Sean mis primeras palabras de profundo reconocimiento por la distinción de que acabo de ser objeto para el alto gestor de la misma, el señor Embajador de España, en la Argentina, doctor José María Alfaro y Polanco, a quien pido a ustedes señor Cónsul General y señor Cónsul de España, que tengan la amabilidad de transmitirle mi sincero agradecimiento por haberme acordado, por su intermedio, el Gobierno de España que preside el Generalísimo don Francisco Franco, la Encomienda de la Orden del Mérito Civil”,
Juego agregó: “Bien comprendo, señores representantes de España, que el honor discernido a mi persona, lo es principalmente por mi acción de español, desarrollada a través de toda una vida en este rincón austral de la República Argentina. Labor españolista concretada en Federación Regional de Sociedades Españolas, que congrega en su seno a entidades culturales y mutualistas que ostentan en sus títulos como un timbre de honor, el nombre de españolas. Siendo ello así, en esa forma, el inesperado y distinguido galardón con que la Madre Patria premia a sus hijos en el extranjero, me corresponde recibirlo primero con la intensa emoción de mi calidad de español y luego como Presidente e integrante de esta Federación Regional de Sociedades Españolas, que desde el año 1922, viene bregando sin cesar para que los valores espirituales y materiales de España sean conocidos, amados y apreciados en esta, inmensa región sureña, cuyas aguas surcaron las naves descubridoras en busca del ansiado paso hacia el Pacífico.
Esta preciada “Encomienda de la Orden del Mérito Civil”, que tantos españoles merecen por su obra en las Sociedades Españolas, y que recibo sólo como uno de estos tantos compatriotas dignos de poseerla, no hará, ciertamente, que trabaje con mayor ahínco y fervor en beneficio de España y los españoles aquí residentes, pero sí hará que recuerde que allá, en la orilla opuesta del Océano Atlántico una vieja y querida España sigue el paso de sus hijos en América, hijos que si abandonaron un día el suelo nativo en busca de otros horizontes, jamás olvidan ni olvidarán los deberes a que les obliga fuera de su Patria, su orgullosa calidad de españoles. Para que la emoción que siento en estos instantes no acabe por traicionarme, sólo quiero agregar a lo dicho dos palabras: Muchas gracias”.
RELACIONES CON LAS REPRESENTACIONES CONSULARES
La Federación Regional de Sociedades Españolas, en su calidad de organismo representativo genuino de las diversas entidades diseminadas por la extensa zona de influencia de Bahía Blanca, como es natural, se mantuvo siempre en permanente, estrecha y cordial vinculación con las autoridades consulares de España que se fueron sucediendo en esta ciudad.
Y en tal virtud debió servir y sirvió, de natural puente de enlace no ya sólo entre unas y otras sociedades federadas, sino también preponderantemente entre éstas y la representación consular de la Madre Patria, en trámites, gestiones, consultas, etc. requeridos por compatriotas que, por intermedio de la asociación de su respectiva zona, acudían en procura de informaciones o de solución para sus problemas e inquietudes.
De ahí entonces que tales relaciones de la Federación con los representantes consulares tuvieran que ser forzosamente mantenidas sin interrupción y en forma acentuadamente activa; sobre todo en épocas en que circunstancias especiales hicieron más necesaria esa colaboración de profundo sentido patriótico y humanitario, como ocurrió durante los primeros años de la entidad, en los que la repatriación de compatriotas y ayuda a españoles necesitados o enfermos obligó a desarrollar una actividad constante y por cierto bastante intensa.
En honor a la verdad corresponde consignar que la Federación contó siempre con la decidida cooperación de los representantes consulares de España en su permanente obra de ayuda y beneficencia en los distintos órdenes en que fue requerida. Circunstancias especiales, o mayores posibilidades hicieron quizás que ella en determinados momentos resultara más destacada, más eficaz y más encomiable; pero debe destacarse también que siempre hubo en los funcionarios que fueron sucediéndose, elocuente deseo de contribuir al mejor cumplimiento de los firmes que se impuso este organismo y que preocupó a los dirigentes en todo momento.
Usando una cita común, quizás podría expresarse con acierto que, en tal sentido, abrió rumbos y señaló caminos quien ejercía el importante cargo de Cónsul de España en el momento de fundarse la Federación: el doctor David Carreño González Pumariega, quien no sólo estimuló su creación y estuvo presente en las primeras reuniones del organismo, sino que también fue uno de sus más entusiastas propulsores mientras estuvo al frente del consulado en Bahía Blanca. “Atento, fino y correcto, siempre que para el bien de un compatriota acudimos a nuestro Cónsul, hemos podido comprobar que viven en comunidad de ideas el funcionario y el caballero”, se expresa en la Memoria del 3er. ejercicio. Conceptos similares fueron emitidos en otras ocasiones acerca del Dr. Carreño, quien hasta el mismo momento de ausentarse definitivamente de la ciudad exteriorizó su sincera preocupación por esta entidad regional, al dirigirse con tal motivo, a manera de despedida, a las sociedades españolas de esta jurisdicción, invitando a aquellas que no estaban afiliadas a la Federación para que lo hicieran a fin de vigorizar este organismo con abierto espíritu patriótico.
Los sucesores del Dr. Carreño, como ya lo hemos dicho, también a su vez prestaron su valioso y apreciado aporte a la obra en marcha, brindando su apoyo con la mejor buena voluntad en cada oportunidad en que le fuera requerido; continuando en cordial vinculación e íntima colaboración por la buena senda abierta desde el instarte mismo en que la Federación inició su noble tarea en esta amplia zona del país.
Algunos de ellos, por circunstancias especiales ya aludidas, tuvieron una actuación más sobresaliente que otros. Sin dejar de reconocer, claro está, la acción cumplida por aquellos que vieron limitadas sus posibilidades, resulta oportuno mencionar —sea siquiera brevemente— a quienes llevaron a cabo una actividad más intensa y perdurable, cuyo recuerdo por propia gravitación, aflora más nítido al efectuar un enfoque retrospectivo.
Así, siguiendo al Dr. Carreño, en 1927 aparece destacándose el Dr. José Triviño y Sánchez, quien desarrolló sus funciones con general beneplácito; y más tarde, ya en la década del 30, el Dr. Rafael de los Casares Noya, deja claras señales de su paso positivo. Luego se suceden estadas más o menos breves de algunos representantes consulares, hasta que, en 1955, llega el Dr. Juan J. Castrillo, quien tuvo una actuación de pronunciado relieve hasta su alejamiento en 1958, al ser designado Agregado Cultural de la Embajada de España en Montevideo. Fue él, precisamente, un muy entusiasta y distinguido colaborador en los ciclos culturales que por ese entonces organizó la Federación con todo éxito; aparte de lo cual, personalmente, desde el Consulado —y por supuesto con la adhesión de nuestra entidad— se constituyó en promotor y propulsor de distintas iniciativas: conferencias, exposiciones pictóricas, audiciones musicales, radiales, etc.
Dicho año 1958, en reemplazo del doctor Castrillo, llegó don Juan Herrera Gutiérrez, también de ponderable actuación. Pero con posterioridad, al ausentarse el señor Herrera Gutiérrez en 1963, se abrió un prolongado paréntesis durante el cual no se designó reemplazante del mismo; en cuyo transcurso la Federación efectuó activas y repetidas gestiones en pro del nombramiento de un nuevo representante. Recién en 1969 fue designado Cónsul General de España en Bahía Blanca el señor don Ignacio de Casso García, quien de inmediato inició una activa labor en la amplia jurisdicción de su competencia; proporcionando también a la Federación, con inalterable cordialidad, su más decidido apoyo en distintas iniciativas.
Corresponde agregar finalmente que, durante varios períodos el Consulado local estuvo a cargo —siempre con carácter honorario— del señor don Ángel Rey Montero, en quien la Federación encontró también siempre la mejor predisposición cada vez que a él recurrió.
COLABORADORES DE LA FEDERACION
En estos apuntes rememorativos de las alternativas registradas en la vida de la Federación, no puede dejarse de consignar, que ésta, para poder cumplir amplia y eficazmente con los nobles fines propuestos, contó también con la valiosísima colaboración de muchas personas generosas y desinteresadas: profesionales de distintas actividades, médicos, abogados, escribanos, comerciantes, empleados, etc. como asimismo de reparticiones nacionales, provinciales y municipales de diverso orden, de otras entidades mutualistas, culturales, sociales, deportivas, etc.
Aparte de las personas y organismos que se mencionan en distintos capítulos de esta descripción retrospectiva, muchos otros prestaron a la Federación Regional su contribución voluntaria, secundándola innumerables pasajes de su largo y proficuo quehacer. En algunos casos lo hicieron eventualmente, quizás brindando una ayuda fugaz, pero de capital importancia en ese preciso momento; en otras oportunidades cooperando con sostenida perseverancia. De cualquier modo, en una u otra forma, constituyeron factores de vital importancia para la labor de los dirigentes. Por eso trataremos de mencionar, sea siquiera sucintamente, los de mayor trascendencia.
Asesores Legales, — Ya hemos dicho que al iniciar sus actividades la Federación, para la atención de los asuntos de carácter jurídico se contó con el desinteresado concurso de los prestigiosos profesionales doctores Eduardo F. Tuñón y Manuel Bermúdez. El Dr. Tuñón, al acusar recibo de la nota en que se le comunicaba la designación, expresó: “...acepto gustoso ese cargo, no sólo por lo que tiene de honroso para mí, sino porque me proporcionará la ocasión de ser útil en alguna forma a muchos de mis compatriotas pobres, pues esto constituirá para mí la más viva satisfacción y la recompensa más apreciable”. El Dr. Bermúdez lo hizo manifestando conceptos similares, Ambos actuaron como Asesores Letrados Honorarios con toda dedicación, realizando tramites, evacuando consultas o aconsejando procedimientos legales; tarea que fue intensa sobre todo en las etapas iniciales de la entidad. Lo hicieron durante varios años con idéntico empeño; mereciendo el vivo reconocimiento de dirigentes y socios de las asociaciones federadas. El Dr. Bermúdez, a poco de ser fundada la Federación se hizo cargo de las gestiones tendientes a la obtención de la personería jurídica; y en un viaje que realizó a Buenos Aires por ese motivo, por otra parte, enterado de tal propósito el prestigioso profesional metropolitano Dr. Carlos Malagarriga, se ofreció en forma espontánea para efectuar gratuitamente los trámites que fuere necesario realizar en la Capital Federal. La Federación fue reconocida en carácter de persona jurídica por decreto del P. Ejecutivo de la Provincia, de fecha 25 de abril de 1927, firmado por el Dr. Valentín Vergara.
A comienzos de la década de 1930 también prestó su eficaz colaboración como abogado honorario de la institución el Dr. Celestino Álvarez, quien en tal carácter atendió numerosos asuntos. Así mismo por esa época, empezó a colaborar frecuentemente en múltiples trámites legales el Dr. Florentino Ayestarán, destacado profesional local que poco después pasó a sumir las principales funciones en tal sentido, actuando con tanta dedicación como generosidad en todo asunto o simple consulta que se sometiera a su dictamen; correspondiendo hacer notar que cuando el Dr. Ayestarán se halló ausente transitoriamente, lo sustituyó el Dr. Francisco Cervini —integrante del Estudio Jurídico—, constituido por ambos en gesto digno de reconocimiento, pues lo hizo siempre gratuitamente.
Más tarde, ya al iniciarse la década de 1940, el Dr. Federico Baeza (h.), comenzó a compartir con el Dr. Ayestarán la desinteresada tarea, haciéndose cargo del estudio y resolución de consultas, cuestiones de carácter legal, etc., que periódicamente se originan en el quehacer de la Federación y entidades afiliadas. Ambos, en momentos de registrar esta serie de antecedentes, continúan ofreciendo su valiosa y muy apreciada contribución con su reconocida capacidad y encomiable altruismo.
En la Capital Federal, además de la ya mencionada intervención del Dr. Malagarriga, el abogado Dr. Luís Rufo, tomó activa participación en importantes gestiones que fue necesario realizar allí para el reconocimiento de la personería jurídica de sociedades federadas con sede en los territorios nacionales vecinos. Tarea similar en beneficio de la Federación y sus afiliadas cumplió en La Plata don Celedonio Durán, quien fue designado representante de la Federación en la Capital de la Provincia. Ambos lo hicieron también con plausible desinterés; habiendo expresado el primero en nota del 16-8-1923, al ofrecerse espontáneamente para ocuparse de ello: “lo haré incondicionalmente, en forma desinteresada y gratuita, con la satisfacción de cooperar a la obra patriótica de ustedes y de nuestros compatriotas”.
En la ciudad de Madrid, la Federación tuvo en don Francisco Fernández Vila, a un muy activo, constante y generoso colaborador en el cumplimiento de gran cantidad de gestiones: diligenciamiento de partidas de nacimiento, legalizaciones, etc., que debían realizarse en España. Al principio lo hizo, con destacable celo personal en su carácter de presidente de la “Agrupación de Delegados de Sociedades Españolas de América” y más tarde como representante directo de la Federación en Madrid, siempre en forma totalmente gratuita.
Donaciones en honorarios. — Numerosos profesionales, en diversas oportunidades, donaron generosamente como contribución a la obra de la Federación, los honorarios que les correspondía percibir por servicios prestados a la misma, a las sociedades federadas o a sus asociados.
Con motivo de las operaciones relativas a la compra y venta de los terrenos de La Falda fracción denominada “Villa España”, la Federación recibió importantes donaciones de importes de honorarios y comisiones, tanto de parte del escribano don Rogelio Estévez Cambra, como de los martilleros Varela y Boffi —Pedro B. Varela y Estanislao Boffi—; habiendo estos últimos entregado a la entidad en ponderable gesto, el importe total de las comisiones recibidas de los compradores de lotes en la subasta de que se informa en otro capítulo.
Fue asimismo de significativa importancia la generosa contribución brindada por médicos, farmacéuticos, etc., que en repetidas oportunidades favorecieron a esta entidad y socios de las asociaciones federadas con donaciones o fijando bonificaciones especiales o atendiendo a enfermos o necesitados con espíritu altruista hasta tanto empezó a funcionar el Hospital Español y pudo canalizarse toda esa actividad hacia el mismo. La verdad es que en tal sentido el Dr. Adrián M. Veres se destacó con relieve singular prodigando esmerada atención médica a cuanto enfermo acudía a su consultorio en nombre de la Federación, o bien requería sus servicios desde su domicilio. Su reconocido altruismo, su inagotable bondad y característica sencillez dejaron imperecedero recuerdo entre la población en general de Bahía Blanca y su zona, de tal manera que parece innecesario subrayar de qué forma lo haría tratándose de la Federación a la que se halló siempre estrechamente vinculado. También sobresalió, por lo intensa y prolongada, la colaboración prestada a la entidad por el Dr. Luís Galtier.
En cuanto a las instituciones que cooperaron desinteresadamente en la obra de la Federación, desde que ésta fue fundada y en distintas oportunidades durante el transcurso de su ya prolongada existencia no puede omitirse una mención especial de la Asociación Patriótica Española de Buenos Aires. Lo hizo desde el primer momento con elevado sentido de solidaridad, prestando su valiosísima ayuda en innumerables ocasiones y en muy diversos aspectos, siempre con suma diligencia y espíritu fraternal, complementando con largueza en la metrópoli la acción benéfica iniciada en Bahía Blanca por la Federación en favor de desamparados o enfermos que debían trasladarse hasta allí, o de compatriotas para ser repatriados, o de recién llegados de la Madre Patria en tránsito hacia esta ciudad.
Finalmente agreguemos que, sin la amplia y eficaz colaboración de la prensa bahiense y en manera muy especial del diario “La Nueva Provincia”, como también de radiodifusoras L.U.2 Bahía Blanca, L.U.3 del Sur y L.U.7 Gral. San Martín y televisoras Canal 7 Telba y 9 Telenueva, la obra de la Federación no hubiera podido alcanzar en modo alguno las vastas proyecciones logradas. De ello quedó constancia en las sucesivas Memorias anuales. No está demás, sin embargo, recordarlo en este resumen de hechos que contribuyeron a la realización de esta obra todavía en marcha.
Los colaboradores anónimos. - De muchos que cooperaron quedó constancia en libros, documentos, papeles, etc.; y de muchos de ellos y otros hemos hecho mención aquí. Pero muchos otros, indudablemente, no figuran ni allí ni aquí; porque su noble acción no quedó testimonio escrito: su impulso generoso se realizó en silencio, con pleno desinterés y altruismo, por el solo e íntimo placer de hacer el bien. Porque siempre hubo, hay habrá, quienes se consideran bien parados con el solo hecho de poder ayudar al prójimo o hacer una obra de bien común, sencilla, simple, naturalmente, nada más.
PROBLEMAS DE MUTUALISMO, ARANCELES Y COSTO DE ASISTENCIA
A partir del año 1944, una serie de disposiciones relativas al mutualismo, tomadas por autoridades nacionales y provinciales, comenzaron a crear una sucesión de problemas, con la consiguiente preocupación del C. Directivo, puesto que afectaban el normal desenvolvimiento de las sociedades federadas. Se procuró adecuada solución a los mismos; pero ello se logró sólo parcialmente, ya que nuevas disposiciones crearon nuevas complicaciones y aquellos se fueron prolongando en el tiempo.
En la Memoria de 1945 se consigna “el último ejercicio ha sido frondoso en disposiciones oficiales que atañen al mutualismo, imponiéndole gabelas, exigencias y controles que han motivado una seria alarma de las instituciones dedicadas a la práctica del socorro mutuo. Especialmente el decreto-ley 24.499 introduce tales modificaciones e innovaciones que desarticula la actual composición de las asociaciones y sus derechos”... Y en la Memoria de 1946, se dice en una de las dos páginas destinadas a este tema “Un rudo golpe ha venido a entorpecer, aún más, la ya difícil cuestión de las finanzas de las entidades mutualistas. La aplicación lisa y llana sin discriminación de la ley de juegos de azar, ha impedido en muchas localidades la celebración a las kermeses y romerías españolas, privándoles así de una fuente de ingresos honestos que permitía cubrir los déficit anuales de muchas de ellas”,
Numerosas gestiones y reclamos ante la Dirección Nacional de Mutualidades, dieron relativo resultado. Las exigencias para ajustarse a las disposiciones de las leyes aludidas, originaron la reforma de los estatutos primitivos de la mayoría de las asociaciones; y la tarea de la Federación, de su Secretario y Asesores Legales, se tornó intensa en sumo grado ante el requerimiento de distintas afiliadas, viéndose obligado en algunos casos el Secretario Administrativo, a trasladarse a la sede de las mismas en la zona, para facilitar el estudio de las modificaciones a introducir.
Por ese entonces, 1947, comienza a preocupar también una nueva derivación de los problemas mencionados: los aranceles médicos. Al respecto, en la Memoria se consigna: “Algunas entidades adheridas a la Federación, se han visto abocadas a estudiar y resolver peticiones de aumento de aranceles médicos, en lo que parece ser un movimiento originado por facultativos en procura de una mayor remuneración de sus servicios en las instituciones mutuales”. También los costos de la asistencia hospitalaria específicos, los medicamentos en general, iniciaban por esa época un alza progresiva, que luego iría acentuándose en sucesivas etapas, creando no pocas situaciones de angustia en hogares pobres necesitados de asistencia médica.
No seguiremos citando las múltiples alternativas de este proceso todavía en marcha en el momento de trazar estas líneas. Sólo agregaremos que los problemas de referencia se fueron haciendo cada vez más complejos e incidieron, como es lógico, negativamente en el desenvolvimiento de muchas de las sociedades federadas afectando sus medios económicos y su misma organización en algunos casos.
SECCION CULTURAL
Al pasar revista a las actividades relativas a esta sección, lo haremos, como en otros casos, mencionando sólo los aspectos más destacados de esta faz; excluyendo pormenores, además, de algunas manifestaciones encuadradas dentro de esta inquietud que ya son comentados en otros capítulos, como por ejemplo: en el del “Día de la Raza”. Precisamente, en oportunidad de la celebración del 12 de Octubre, la Federación cumplió casi exclusivamente su acción cultural durante los primeros años; ya que los miembros del Consejo eran requeridos en ese entonces por una serie de problemas de singular importancia y urgente solución, a los que debieron dedicar atención preferente. Pero, en verdad, la ocasión fue bien aprovechada para ofrecer expresiones culturales de real mérito año tras año.
Ya más adelante, en el transcurrir de la vida de la entidad, ello, sin constituir una de las actividades fijas dentro del organismo, fue sin embargo en su desenvolvimiento uno de los aspectos mantenidos en forma intermitente. El C. D., en efecto, cuando las circunstancias lo permitieron, le dedicó especial atención; y la “Sección Cultural” —que así se denominó al conjunto de manifestaciones afines a la misma— dentro de sus naturales alternativas, tuvo períodos brillantes,
Obtención de becas. - Una de las primeras iniciativas ensayadas en el sentido indicado, fue la gestión de becas, con el objeto de propender al mejor conocimiento de España y sus exponentes de cultura. La Federación, con tal propósito, en 1929, gestionó ante el Embajador D. Ramiro de Maeztú, el otorgamiento de becas para que tres profesores locales —en esta oportunidad los directores de las escuelas Normal, Nacional y de Comercio— pudieran visitar la Madre Patria y luego difundieran las impresiones recogidas. Se obtuvo la concesión de dos, que fueron asignadas al señor Julio García Hugony, profesor de Literatura en la Escuela Normal Mixta y al señor Prudercio Cornejo, director de la Escuela Nacional de Comercio,
Homenaje a Ramón y Cajal. - Entre los actos de homenaje promovidos por la entidad, alcanzó particular significación, el que se rindió en memoria del ilustre sabio español, médico e histólogo de prestigio mundial, doctor Santiago Ramón y Cajal. Se llevaron a cabo varios actos, a fines de 1934, de los que participaron diversas instituciones locales, cuyos delegados integraron una comisión especial presidida por el Cónsul de España en Bahía Blanca, Dr. Rafael de los Casares. Todos ellos contaron con amplia adhesión de entidades y público en general, especialmente el que se efectuó en la “Biblioteca Rivadavia el 11 de diciembre, con la participación de la Asociación Médica y cuyos pormenores fueron irradiados por la estación radiofónica L.U.2; obteniéndose en tal oportunidad que las autoridades comunales accedieran a la designación de una calle con el nombre del recordado hombre de ciencia, asignando precisamente a una de las que, partiendo desde el arroyo Napostá, se proyecta hacia los terrenos de propiedad de la Federación en La Falda.
Conferencias y otros actos. - Ya hemos consignado que periódicamente se fueron organizando distintos actos de extensión cultural. Muchos de ellos se mencionan en capítulos de esta reseña; pero, además, la Federación organizó o patrocinó muchos otros en circunstancias propicias, como la interesantísima conferencia ofrecida en 1935 por el notable historiógrafo Dr. Rómulo D. Carbia, el recital del poeta español Oscar Sánchez Millán (1944), la conferencia del prestigioso literato Ciro Torres López (1945), etc.
Visita de don Jacinto Benavente. - En 1922 poco después de ser fundada la Federación, el ilustre hombre de letras don Jacinto Benavente, llegó a Buenos Aires por una corta temporada; y ante la sugestión de algunos miembros de la entidad que le visitaran allí para invitarle a que se trasladara a Bahía Blanca, expresó, muy complacido, su propósito de hacerlo si la serie de compromisos contraídos se lo permitían. Pero el viaje en perspectiva a ésta no pudo concretarse entonces.
Luego, en un nuevo viaje de don Jacinto a la Argentina, en 1945, se iniciaron otra vez gestiones en tal sentido, en esta oportunidad con éxito; aunque, eso sí, tras de sortear diversos inconvenientes. En efecto, su visita a Bahía Blanca se obtuvo después de empeñosas gestiones, ya que su gira estaba programada hasta la Capital Federal únicamente y desechaba las invitaciones que se le formulaban desde distintas ciudades. Pese a ello, ante los reiterados requerimientos, accedió finalmente. Su llegada a esta urbe sureña, el 30 de octubre de dicho año, constituyó un acontecimiento de extraordinaria trascendencia; y la Federación, principal gestora de tan grata visita, tuvo así oportunidad de brindar una nota de elevada jerarquía por intermedio de su Sección Cultural, con la muy eficaz cooperación de la Comisión de Damas, presidida por doña Juanita Lopetegui de Bautista, al organizar una magnífica velada, que tuvo caracteres de verdadero suceso en virtud de la presencia de una figura de tan vasto prestigio.
El acto se llevó a cabo en el Teatro Municipal, ante una sala colmada de distinguidas damas, destacadas personas de los distintos círculos locales y numeroso público en general, Al aparecer en el escenario don Jacinto Benavente, fue recibido con una salva de aplausos, largamente sostenida y tras breves y oportunas frases de presentación a cargo del señor Eladio Bautista, inició su interesante conferencia sobre el tema “Algunas particularidades del teatro antiguo español” y lo desarrolló con toda la alta autoridad que no es necesario subrayar aquí. Consignaremos solamente que cerró su brillante exposición manifestando: “He decido presentar, como una visión, una va del teatro de España. Los trozos recitados, los aprendí de memoria en mi niñez y los he conservado en el corazón. El idioma francés, llama al saber de memoria, saber de corazón. Se sabe, lo que mejor se sabe, de corazón. De corazón quise hablaros y así también os pido que sepáis perdonarme”.
La revista “Ibero-América”, consignó en sus comentarios, entre otros conceptos “Durante la disertación, el señor Benavente fue calurosamente aplaudido en diversos pasajes de la misma, en especial, cuando, con dicción clara y hermosa entonación recitaba poesías de los autores clásicos del Siglo de Oro español”. Por su parte “La Nueva Provincia” le dedicó una extensa crónica, en cuyo párrafo final expresaba: “El señor Berravente terminó su disertación a las 23,30hs siendo insistentemente aplaudido por el público que lo obligó a volver a escena varias veces. Por último y a pedido, levo algunas poesías suyas, como “La balada de la inútil rueca”, “Te acuerdas?” y “El mitin de la humanidad”.
Biblioteca. - En 1949 se hizo un intento más para reanimar la Sección Cultural bajo una nueva faz. Se trató de crear en la Federación una Biblioteca Española. Se obtuvo la donación de numerosas obras entre ellas algunas importantes hechas llegar por el Gobierno Español, merced a la intervención del Cónsul don Luís Beltrán González. También la Asociación Patriótica Española envió varios volúmenes con tal destino. Pero la verdad es que en esa época no corría vientos propicios como para avivar la llama encendida por inquietudes de esta índole. Y cierto es también que problemas de otro orden reclamaron por ese entonces la atención de los dirigentes, Y la tentativa quedó frustrada también tras un fugaz comienzo promisor.
Nueva tentativa, - En 1957, coincidiendo con un auspicioso renacer de las manifestaciones de orden cultural, en la ciudad, como en todo el país, se intentó nuevamente dar un vigoroso impulso a este aspecto de la actividad de la Federación. La Memoria correspondiente —36º Ejercicio— dice al respecto: “Para inaugurar de manera efectiva la Sección Cultural, el C. D. organizó la titulada “Semana del 12 de Octubre”, durante la cual entre los actos programados, se destacaron las dos conferencias pronunciadas en la sala de la Biblioteca Rivadavia. La primera a cargo del prestigioso intelectual argentino, profesor Dr. Angel J, Battistessa, quien disertó sobre el tema: “España y su literatura”. La segunda fue pronunciada por el Cónsul de España en Bahía Blanca. Dr. Juan J. Castrillo y versó sobre el tópico: “Francisco de Vitoria, creador del moderno Derecho Internacional”.
Al año siguiente, 1958, el 26 de julio se inauguró el 2º ciclo cultural con una conferencia efectuada, también en la Biblioteca Rivadavia, pronunciada por el nombrado Dr. Castrillo, quien desarrolló el tema: “La poesía de Juan Ramón Jiménez”; y el 16 de agosto disertó en la misma sala el Agregado Cultural de la Embajada de España en la Argentina, Dr. José Pérez del Arco, sobre el tema “Colonizadores e inmigrantes, Dos planos de un gran esfuerzo español en América”. Comprendida también en el mencionado ciclo, se realizó, con gran éxito, una exposición denominada “Pintura Española Contemporánea”, exhibiéndose 44 obras; haciendo uso de la palabra en el acto inaugural el Presidente de la Federación señor Eladio Bautista, el Director propietario de la “Galería. Velázquez” señor Luís Álvarez y el Cónsul de España Dr. Juan J, Castrillo. Como acto final del ciclo, el día 31 de octubre, el mismo Dr. Castrillo pronunció una conferencia acerca de “El idioma como vínculo”
La actividad de la Sección Cultural, reanudada con tanto éxito y promisorio impulso, se vio interrumpida en 1959, al producirse el fallecimiento de su principal animador don Antonio Crespi Valls, el 4 de febrero de ese año. Sólo se mantuvo entonces y prosiguió hasta 1960, como expresión de ese carácter, la audición radiofónica “Así es España”, irradiada por la estación L.U,2 Radio Bahía Blanca, con el auspicio del Consulado de España y la colaboración de la Federación Regional.
A lo largo de la última década sólo se pudieron efectuar algunos actos espaciadamente, pues, por distintas razones no fue posible organizar ciclos de real jerarquía, Pero, al respecto, conviene apuntar que esta situación de estancamiento de las actividades de esta índole, no sólo comprendió a muestra entidad, sino que fue de carácter general, afectando a la mayoría de los organismos similares, inclusive a especializados en distintas ramas del arte y la cultura; y no sólo a los de Bahía Blanca, sino también a los de otros grandes centros urbanos. Sabido es que, este gran cambio que se viene operando en el mundo, origina una serie de problemas que complican y a veces agitan agresivamente a casi todos los sectores de la vida ciudadana, creando un: clima poco propicio para tales tentativas.
Sin embargo, complace consignar que a pesar de ese panorama tan poco satisfactorio, la Federación logró poner en marcha una iniciativa demorada desde años anteriores: En 1970, aprovechando una situación favorable, ofreció al Centro Hispano Americano de Bahía Blanca, una beca con un fondo de $ 500.000 m/n. para ser asignada a uno de los alumnos que siguen cursos culturales en ese instituto.
Luego de su oportuno anuncio a los posibles interesados y el posterior proceso de selección entre los aspirantes, la beca fue otorgada a la señorita María del Carmen González Linaza, al obtener el mayor puntaje en los exámenes orales y escritos. Cumplido el acto de entrega a mediados del año 1971, poco después la triunfadora se trasladó a España donde inició sus cursos de perfeccionamiento, con destacable contracción y éxito, según las informaciones recibidas desde allí. Lo cual, por otra parte, no significó sino la ratificación de sus naturales condiciones de inteligencia, reveladas al cumplir brillantemente sus estudios hasta obtener el título de Maestra Normal Nacional, en 1959 y posteriormente el de Licenciada en Historia, en 1966 y el de Profesora en la misma materia, en 1968, en la Universidad Nacional del Sur.
La señorita González Linaza, asimismo, desempeñó entre otros cargos docentes los de profesora de Historia en el Instituto Manuel Belgrano, de Ing. White; de Ciencias Sociales en la Escuela Ciclo Básico; de Historia de la Cultura en la Escuela Normal; participando también en numerosos cursos y seminarios en la Universidad Nacional del Sur. Además realizó, entre otros trabajos, uno titulado “Análisis Espacial Nacional”, que fue publicado por la Secretaría de Extensión Cultural de la U. N. del Sur, con el que, en tarea realizada en equipo, obtuvo el 2º premio de un certamen organizado por esa dependencia.
Corresponde agregar que, con posterioridad, mientras la señorita González Limaza se hallaba en España, fue ampliada la beca en $ 500.000 m/n; permitiéndole así completar y culminar sus estudios brillantemente.
El aporte de “Ibero-América”. - Antes de cerrar este capítulo, corresponde señalar que la publicación de la revista “Ibero-América”, órgano oficial de la Federación, mantenida durante un largo lapso constituyó por sí sola un aporte de indudable valor en la difusión de la cultura general en nuestro ambiente, en virtud de la ponderable selección de su material literario, sus documentadas referencias históricas y sus artísticas ilustraciones gráficas. Es hacer merecida justicia, dejar constancia en este caso que en esa publicación, como en la mayoría de las expresiones de carácter cultural ensayadas en la entidad durante su larga existencia la intervención entusiasta e inteligente de don Antonio Crespi Valls, fue factor de primordial importancia.
Instituto Bahiense de Cultura Hispánica, — Con motivo de las actividades de carácter cultural que animosamente emprendiera un núcleo de personas integrantes del Centro Hispano-Americano de Bahía Blanca, y de la contribución de muestra entidad al mismo, al asignar fondos para el otorgamiento de una beca entre sus alumnos, surgió la idea de crear sobre bases más sólidas un organismo que asumiera tales funciones en nuestro medio.
A dicho fin, componentes del Centro mencionado, se dedicaron a cumplir las tareas previas necesarias, convocando luego a una reunión que se efectuó en la secretaría de nuestra entidad el día 4 de diciembre de 1971; dejando constituido en esa oportunidad el “Instituto Bahiense de Cultura Hispánica”.
De ello se publicó una noticia en el diario local “La Nueva Provincia”, expresando:
“En la sede de la Federación Regional de Sociedades Españolas y con el auspicio de dicha institución, se llevó a cabo la reunión constitutiva del Instituto Bahiense de Cultura Hispánica, formado por un núcleo de personas de nuestra ciudad. También fueron aprobados los estatutos provisorios de la institución nombrándose asimismo, una comisión provisoria formada por el doctor Dinko Cvitanovic y las profesoras Silvia Álvarez y Celia Nancy Priegue. De acuerdo a lo informado por los integrantes de esta comisión, los fines del instituto serán: 1) Promover y contribuir a la difusión de manifestaciones culturales, científicas, técnicas y artísticas de España y de los países hispanoamericanos; 2) organizar y llevar a cabo actos culturales y 3) promover el otorgamiento de becas de estudios manteniendo relaciones y vinculaciones de intercambio, para el mejor cumplimiento de estos fines.
En la primera reunión se resolvió centralizar en la comisión provisoria las actividades de promoción y organización en preparación a una asamblea general que se realizara en marzo de 1972. Como primera medida, sus directivos acordaron realizar una campaña de afiliación de socios”.
La anunciada campaña se inició de inmediato, encontrando muy favorable acogida y permitiendo prever el más firme éxito de la iniciativa; que contó con la colaboración de nuestra entidad en concordancia, por otra parte, con una de las finalidades básicas contempladas por el estatuto.
BUSTO DE CERVANTES
Con motivo de la celebración del centenario de Bahía Blanca, en 1928, las principales colectividades extranjeras coincidieron en ofrecer a la ciudad grupos escultóricos para adornar sus paseos públicos. Y por supuesto, la española, por su notable importancia y natural espíritu de gratitud, no podía permanecer ajena a tal inquietud. La Federación, como es lógico asumió su representación.
Se inició la campaña a ese efecto, pero distintos inconvenientes trabaron en parte la misma. Con todo, al no poder culminar de inmediato la iniciativa, en esa ocasión se colocó la piedra fundamental para la futura obra; efectuándose en un lugar que luego no resultaría apropiado: esquina Av. Alem y Casanova, consiguientemente se proseguiría la campaña. Empero, llegaron tiempos difíciles: la tremenda crisis mundial desencadenada a comienzos de la década del 30, luego la segunda gran guerra, también mundial, más tarde nuestro país entró en un largo período de convulsiones políticas; todo ello seguido de otros acontecimientos negativos, que, como es natural, anularon o afectaron seriamente, muchos buenos propósitos, como el que aquí se comenta.
A título ilustrativo, apuntemos algunas alternativas del lento proceso, que tuvo un tardío arranque: recién al promediar 1959 se encarga la obra al escultor Juan Sol —de la Capital Federal— con un presupuesto de $ 26.700.- m/h; importe que asciende a $35.925.- m/h, en 1960. En 1961 llega el busto al local de la Federación. En 1962 no se había concretado aun el lugar de ubicación, que, recién en 1963, es fijado por las autoridades comunales. Finalmente se inaugura en 1965, Para esa fecha los gastos totales habían ascendido a $174.990.- m/h; de los cuales la Federación aportó $126.620.- m/h y el resto de $48.370.- m/h se atendió con contribuciones recibidas de las Sociedades y asociados de las mismas cuyo: detalle se consigna en la Memoria de 1965.
En dicha Memoria, con respecto al acto inaugural, se expresa:
“Tras las sucesivas, involuntarias y por cierto conocidas demoras, el busto de don Miguel de Cervantes Saavedra, se pudo inaugurar finalmente el día 11 de abril de 1965, aniversario de la fundación de Bahía Blanca; acto que fue incluido en el programa oficial de festejos y que tuvo lugar en la plazoleta Payró, con la honrosa asistencia del señor Gobernador de la Provincia, Dr. Anselmo Marini; Vice- Gobernador, Dr. Ricardo Lavalle; Ministros de Gobierno. Dr., Eduardo Esteves; de Economía y Hacienda. Dr. Ricardo Fuertes; Intendente Municipal, Dr. Federico Baeza (h) y otras altas autoridades civiles y militares; concurriendo también una delegación de Ex-Becarios Argentinos en España, que en tal oportunidad colocó una ofrenda floral”.
“El busto fue bendecido por monseñor Dr. Germiniano Esorto, y a continuación hizo uso de la palabra nuestro señor presidente don Eladio Bautista, para ofrecerlo en nombre de la colectividad española local y de la región a la ciudad de Bahía Blanca, al señor Intendente Dr. Baeza, quien, a su vez, agradeció la donación en nombre de ésta”.
Y tras la emotiva ceremonia, quedó allí sobre el sobrio pedestal de mármol, la imagen de Cervantes —en una serena actitud meditativa plasmada en el bronce— emergiendo en el soleado rincón de esa plazoleta; a cuyo borde nace la gran Avenida Alem, para proyectarse precisamente hacia aquel otro sitio elegido en principio para su erección, lugar no tan adecuado por cierto como este retazo de jardín del Teatro Municipal: escenario acogedor de muchísimas figuras eminentes del arte y las letras españolas, y a la vez grata caja de resonancia de sus voces; de artistas como María Guerrero, Concepción Ulona, María Barrientos, Rosario Pino, Fernando Díaz de Mendoza, Carlos Baena, de escritores como Jacinto Benavente, Eduardo Zamacois, Francisco Villaespesa, Manuel Linares Rivas y tantos otros no menos destacados.
Luego —a poco nomás de su inauguración—, distintas instituciones, escuelas, etc., comenzarían a hacer propicia la rememoración de acontecimientos relativos a España y sus hombres preclaros y sus hechos trascendentes, para llegar, con sus ofrendas florales y sus emocionados recuerdos, hasta ese lugar simbólicamente tan representativo donde quedó la imagen de Cervantes, destinado ya por propia gravitación a ser depositario de sentidos homenajes.,
UNA PLACA REMEMORATIVA
A las autoridades de la Federación en este período culminante de su medio siglo de existencia, les correspondió cumplir un acto significativo del natural espíritu hidalgo y amor patriótico español; en este caso, revelado al rememorarse un hecho de aparente reducida magnitud, pero en verdad de amplia trascendencia espiritual, ocurrido en los albores del actual siglo XX. ,
Retrocediendo en el tiempo, consignemos que el Consejo Deliberante municipal, en sesión del 14 de mayo de 1900, resolvió designar, “en homenaje a la confraternidad hispano-argentina”, con el nombre de “España” a la calle que hasta entonces era Darwin, nombre que, a su vez, luego se dio a otra que, partiendo en diagonal desde inmediaciones de la estación del F.C.S., sigue hacia el Este, en dirección a Punta Alta rumbo y acaso también el mismo camino que transitó el famoso sabio inglés en su histórica visita de 1833, cuando pudo descubrir allí un “cementerio de animales prehistóricos”.
En aquel entonces, 1900, el Consejo Deliberante estaba presidido por don Ángel Brunel —quien justamente en esa fecha pasaría a hacerse cargo de la Intendencia Municipal, por renuncia de don Miguel Morixe—; e integraban el cuerpo otros prestigiosos vecinos de esa época: Bartolomé Tellarini, Sixto Laspiur, Fermín Muñoz, Ramón Olaciregui, Norman Geddes, Daniel Boussious, Antonio Gerardi.
La designación de una de las calles centrales de Bahía Blanca con el nombre de “España” constituyó una determinación de verdadera importancia; y, como es natural, tocó hondo en el corazón de los miles de españoles residentes en este amplio sector sureño del país.
Consecuentemente, entre éstos, pronto surgió la idea de testimoniar su reconocimiento por tan honroso gesto. Se formó entonces una comisión denominada “Confraternidad Hispano-Argentina”, presidida por don Lorenzo Garay, vicecónsul local de España, la cual organizó una colecta destinada a costear la construcción de una sala en el Hospital Municipal, para ser ofrecida en donación a la ciudad. Y el 25 de mayo de 1901, en una ceremonia que congregó a numerosísimas personas, el señor Garay, con palabras que interpretaban los sentimientos fraternales de la colectividad, hizo entrega de la “Sala España” —así denominada— al señor Intendente Municipal, don Jorge Moore; quien agradeció la donación en nombre de la comuna con elocuentes conceptos. Después, el doctor Gregorio de Santibañes, destacó la importancia de los establecimientos hospitalarios y el apoyo que deben merecer; terminando el acto con un lunch servido a la concurrencia. Corresponde añadir que una Comisión de Damas previamente había dotado a la sala de diez camas totalmente equipadas con dobles juegos de todos los elementos complementarios, igual número de mesas, sillas, reloj, etc. El acto, en suma, tuvo el amplio marco y lucimiento que en verdad merecía. Y la “Sala España” pronto empezó a cumplir, y siguió cumpliendo siempre, su humanitario destino; aunque en realidad un poco olvidaba con el andar del tiempo.
La Federación, en su carácter de representante de la colectividad española regional, consideró oportuno hacer propicio un motivo circunstancial para rememorar aquel distante acontecimiento; y, el 10 de octubre de 1971, como acto integrante de la celebración de la “semana de la Raza”, hizo colocar allí, en esa “Sala España”, una placa de bronce: renovada expresión de los sentimientos de gratitud hacia aquellos buenos compatriotas de otrora.
El presidente de la entidad, don Julián Pérez Martín, como también el cónsul general de España, don Ignacio de Casso, el Intendente Municipal, doctor Gualterio Monacelli Erquiaga, con emotivos conceptos evocaron el lejano episodio e hicieron resaltar la dimensión alcanzada en el tiempo por aquella noble actitud; le mantuvo permanente su vigencia al cumplirse día tras día una misión humanitaria ahí, en ese refugio acogedor, con un algo de hogareña ternura de una Madre Patria que sus hijos no olvidaron y quisieron hacer compartir a quienes necesitasen alivio para sus dolores.
ASPIRACION DE TENER LOCAL PROPIO
La Federación llega a sus 50 años de vida con una aspiración no concretada: tener local propio para su mejor desenvolvimiento. La idea, acariciada desde largo tiempo atrás, recién en 1958, quedó estampada en una resolución formal; que, con todo, no dejó de ser sino el testimonio de un anhelo.
El Consejo Directivo incluyó una proposición suya en el Orden del Día a considerarse en el Congreso de dicho año, formulada así: “Se solicita del Honorable 37º Congreso Ordinario, que faculte especialmente al Consejo Directivo para adquirir, cuando lo considere oportuno y conveniente, un local para la instalación de la secretaría federativa, que cuente con las comodidades necesarias a los fines estatutarios de la Federación y de las entidades adheridas”,
Al realizarse la Asamblea el 4 de mayo, aquella es aprobada. Y posteriormente el Consejo Directivo hizo repetidas gestiones en tal sentido; pero diversas circunstancias, y en especial la no disposición de suficientes fondos para afrontar la iniciativa sin problemas económicos, obligaron su postergación De todo ello se da cuenta en algunas de las últimas Memorias y actas de Congresos.
Evidentemente, el buen resultado obtenido en la venta de las tierras de “Villa España”, parecería indicar la probabilidad de que en breve plazo aquel viejo anhelo quede concretado.
UNA REFORMA ESTATUTARIA TRASCENDENTE
Desde años atrás algunas federadas, directamente o por intermedio de sus delegados, venían sugiriendo una reforma del Estatuto que permitiera realizar el Congreso Ordinario anual, cuando así se conviniera, en localidades donde tuviese fijado su domicilio alguna de las sociedades afiliadas. Finalmente en el 47º Congreso, del 5 de mayo de 1968, se resolvió que el Consejo Directivo convocara a una Asamblea Extraordinaria a tal efecto. Realizada ella el 4 de mayo de 1969, se aprobó la reforma del artículo 24º, quedando en su texto establecido que: “Los Congresos ordinarios, tendrán lugar el primer domingo siguiente al 1º de mayo de cada año, en la ciudad de Bahía Blanca, o en otra ciudad o localidad, asiento de una sociedad federada, que se designe por el Congreso anterior.
En base a dicha disposición y accediendo a una proposición de los delegados de la Asociación Española de General Roca, en el 50º Congreso, del 2 de mayo de 1971, se resolvió que el próximo venidero del año 1972, se lleve a cabo en la progresista ciudad rionegrina mencionada.
Ciertamente ello constituye una variante significativa en las normas del desenvolvimiento institucional, ya que por primera vez en la vida de la Federación, y precisamente al cumplir medio siglo de existencia, el importante acto tendrá lugar en la sede de una de las entidades afiliadas.
DIRIGENTES QUE FALLECIERON
En diversos capítulos de esta recopilación se consigna la participación especial de algunos dirigentes que, en distintas oportunidades, se destacaron por su decidida intervención en las iniciativas o tareas que fueron eslabonado el largo y fecundo quehacer de la Federación; dedicándole generosa y desinteresadamente tiempo y, a Veces, valioso apoyo material.
Ahora, aquí, se intentará reseñar de la manera más completa posible —aunque, por razones obvias, involuntariamente quizás se deslicen lamentables omisiones— la nómina de todos quienes fallecieron durante el transcurrir de los cincuenta años que cumple la Federación. Y, en forma abreviada y como complemento de aquellas aludidas referencias, se subrayarán algunos rasgos O acentuarán los gestos o actitudes de mayor significación de aquellos propulsores que no pasaron en vano por las filas de la entidad; y que, en su momento, gravitaron positivamente en la consolidación de esta obra que otros prosiguen siguiendo su ejemplo.
Ineludiblemente —y alterando el orden cronológico, por supuesto corresponde mencionar inicialmente al doctor Adrián Morado Veres, cuyo deceso se produjo el 20 de junio de 1951. Participó activamente desde el primer momento en todas las reuniones preliminares —para las que su propia casa sirvió de ámbito propicio—, fue uno de los animadores preponderantes en el acto de la fundación y en la puesta en marcha de la iniciativa; siendo, por otra parte, su primer presidente. En las etapas iniciales de la Federación su acción fue tan múltiple como carente de estridencia. Su actividad se menciona frecuentemente en distintos capítulos. Pero quizá para esbozar mejor su singular personalidad, resulte lo más adecuado recurrir a la semblanza certeramente trazada en el texto de la Memoria de ese año 1951, con motivo de su deplorada desaparición. Allí se expresa: “su muerte, ocurrida a los 86 años de edad, causó en Bahía Blanca un íntimo y profundo dolor en el pueblo. Médico español, el decano del cuerpo al fallecer, había repartido en nuestra ciudad y toda la región no tan solo la experiencia de su saber, sino también la bonhomía que lo distinguía, durante más de medio siglo, el doctor Veres cumplió su apostolado con un sentido ético tan elevado y altruista que lo rodearon de una aureola de prestigio y, lo que es más, de agradecimiento popular. En el acto del sepelio de sus restos, el pueblo derramaba lágrimas, al despedir al buen médico que procuraba curar los males del cuerpo y al mismo tiempo confortar el espíritu de los dolientes. Esas lágrimas fueron el mejor tributo a la memoria del anciano médico que siendo íntegramente español supo, también, ser íntimamente argentino…”
Don Eladio Bautista, cuyo fallecimiento se produjo el 2 de diciembre de 1969, fue otro de los dirigentes de trayectoria más destacada a lo largo del medio siglo de existencia de la Federación, Fue, durante ese lapso, su más ferviente, firme y tenaz animador, con su siempre renovada y fecunda acción; manteniendo sin declinaciones su permanente adhesión a la entidad desde que ésta comenzó a delinearse a principios de la década de 1920 hasta el mismo momento en que la propia vida de él empezó a extinguirse.
En la Memoria de la Federación de 1970 se expresa acerca de su fallecimiento: “...Don Eladio, que había nacido el 23 de diciembre de 1886 en Las Nieves (Pontevedra, España), llegó a Bahía Blanca en 1900, y desde entonces quedó vinculado permanentemente a esta ciudad, por la que siempre sintió particular afecto. E impulsado por su espíritu dinámico, pronto comenzó a participar en distintas actividades y también en iniciativas de bien común. Así apareció entre el animoso núcleo de españoles que un buen día ideó la creación de una Federación Regional de Sociedades Españolas que concentrara a todas las numerosas asociaciones que habían surgido aquí y zona circundante con idénticos fines grupo que trabajó intensamente en las tareas preliminares, hasta lograr su fundación el 2 de mayo de 1922. Y desde ese mismo acto prosiguió estrechamente ligado a ella; puesto que desde entonces pasó a ocupar cargos directivos de responsabilidad una y otra vez, hasta que en 1940, al ser designado presidente continuó ya, en virtud de sucesivas reelecciones, como titular sin interrupción hasta producirse su lamentado fallecimiento.
Don Eladio actuó siempre con indeclinable tesón y singular cariño por nuestra Federación, tratando de acrecentar su prestigio y de que se cumplieran los propósitos de su creación. Y por cierto que lo logró cabalmente dentro de las posibilidades de cada época. De ahí entonces el significado de su desaparición para nuestra entidad y el hondo pesar general causado entre quienes integramos este organismo institucional...”
También fue muy sobresaliente la actuación de don Manuel Pérez Chaves, por su activa participación, especialmente en las distintas tareas iniciales de organización y difusión regional de la entidad al crearse. Siempre entusiasta y dinámico, se movilizó sin treguas y, al mismo tiempo, con su contagioso andar, contribuyó a movilizar voluntades a su alrededor incesantemente hasta lograr la concreción de este organismo que ahora llega a su media centuria de vida.
Para evocarlo, aquí también recurriremos al testimonio de una expresión elocuente, escrita con el espontáneo sentimiento originado al producirse su desaparición, el 9 de marzo de 1945; y en este ubicada en la revista “Ibero-América” (Nº 18, de marzo 1945), en la que, entre otros muchos conceptos, se manifiesta “…Deseoso de dar a la colectividad española del sur de la República un órgano que fuera intérprete de sus inquietudes y de sus trabajos, fundó en 1916 el periódico “Hispano”...” Paralelamente desarrolló una amplia misión de extensión del mutualismo español... y a su acción se debe, en primer término, que en muchas localidades de la zona, se reunieran núcleos de españoles y decidieran crear la Sociedad de Socorros Mutuos, que había de transformarse en una verdadera institución altruista, patriótica y social”
Federación Regional de Sociedades Españolas, nació al mismo impulso, para constituir el lazo de unión que agrupara instituciones españolas. Fue su principal gestor el mismo señor Pérez Chaves, quien desempeñó en repetidos periodos cargos en su Consejo Directivo...”.
Don Lorenzo Tomás Garau, fallecido el 23 octubre de 1967, constituyó otro de los dirigentes laboriosos y de gravitación al fundarse la Federación y en el posterior transcurso de las primeras etapas y luego en distintos períodos. Para trazar una semblanza de su personalidad, muy destacada por cierto —no obstante la característica sencillez y humildad con que actuaba siempre—, acaso baste consignar un hecho significativo dentro del ámbito local: el singular homenaje que se le tributó al inaugurarse el gran edificio levantado allí en el mismo solar donde él había pasado sus últimos años, en la avenida Alem, entre calles Sarmiento y Rodríguez; edificio al que, en recuerdo del pueblo donde don Tomás Garau había nacido en España, se lo denominó “Lluchmayor”, concurriendo al acto, especialmente invitado, el señor Alcalde de aquel lejano centro urbano español.
Otro de los antiguos dirigentes de la Federación, don Alfonso Benot, falleció el 20 abril de 1970, hallándose en el ejercicio del cargo de Tesorero, que venía desempeñando desde largo tiempo atrás. Fue don Alfonso Benot un consecuente integrante del núcleo de españoles patriotas y entusiastas que, con ferviente adhesión —y en su caso especial con natural modestia—, contribuyeron al desenvolvimiento de la entidad. También ese mismo año la Federación perdió a otro de sus destacados componentes: don José Arenaz, quien en ese entonces y desde varios años atrás ejercía la presidencia del Hospital Regional Español.
Pero, volviendo a los tiempos iniciales, corresponde señalar que la primer baja experimentada en las filas de aquellos patriotas españoles que entusiastamente se alinearon para crear y llevar adelante la Federación, fue la del señor don Antonio Boqué, quien falleció el 26 de octubre de 1923, cuando venía desempeñando el cargo de Secretario con toda dedicación. Y un año después desaparecía otro de los fundadores: don Rafael Laplaza, sub-tesorero del primer Consejo Directivo.
Luego, sucesivamente, irían desapareciendo otros dirigentes que, cada cual en su momento y circunstancias propicias, aportaron su desinteresada colaboración mientras desempeñaban cargos en el Consejo Directivo o cumplían otras tareas en favor de la entidad: en 1941, don Adelino Gutiérrez, que fuera integrante también del primer C. Directivo; el 3 de julio de 1944, el Dr. Manuel Bermúdez, quien, conjuntamente con el Dr. Eduardo Tuñón, tuvo a su cargo la atención de los asuntos jurídicos de la Federación y, por otra parte, ambos en unión del escribano Don Rogelio Estévez Cambra, integraron la Junta Consultiva que asesoro los aspectos legales del organismo al constituirse en 1922; el 30 de diciembre de 1945, don Manuel Domínguez; don Gabino Barga, el 18-1-1948; don Restituto García, el 19-7-1948; don Francisco Luena, el 1-9-1948; don José Blanco Fernández, el 16-5-1951; don José Rodríguez Diez, el 12-7-1951; don Florentino Suárez, en 1953; don Victorino Álvarez, en diciembre de 1955; don José Ferrer, :en 1959; don José Codón, el 8-1-1961; don Juan J. Montero, el 27-2-1961 don Manuel Vallés, el 27-6-1961; don José Antonio Martínez, el 23-29-1961; don Alejandro Alfredo Osma, eN 1962; don Felipe Cot, en 1964.
PERSONAS QUE HAN INTEGRADO LÁS COMISIONES DIRECTIVAS
(Desde la fundación, 1922, hasta 1972)
PRESIDENTE - 1922: Dr. Adrián Morado Veres, 1923/24: Rogelio Estévez Cambra, 1924/25: Eladio Bautista, 1925/26: Víctor Morera Sobré, 1926/31: Dr. Adrián Morado Veres 1931/33: Primitivo Fernández. 1933/36: Dr. Adrián Morado Veres. 1936/40: Adelino Gutiérrez, 1940/69: Eladio Bautista, 1970/72: Julián Pérez Martín.
VICEPRESIDENTE 1º - 1922: Eladio Bautista, 1923/24: Primitivo Fernández, 1924/25: Víctor Morera Sobré, 1925/26: Florentino Suárez, 1926/29: Eladio Bautista. 1929/31: José Ferrer, 1931/33: Dr. Adrián Morado Veres. 1933/34: José Villardebó, 1934/36: Dr. Florentino Ayestarán, 1936/37: Dr. Adrián Morado Veres. 1937/38: César Buedo. 1938/39: Aquilino Troncoso, 1939/41: Dr. Adrián Morado Veres, 1941/43: Pedro del Río, 1943/44: Antonio Chillón. 1944/45: Ricardo J. González, 1945/51: Manuel Borau, 1951/60: José Ferrer, 1960/69: Julián Pérez Martín, 1970/72: Nicolás Urbano Hernández.
VICEPRESIDENTE 2º - 1922: Florentino Suárez, 1923/24: Juan Antonio Hurtado, 1924/25: Florentino Suárez, 1925/29: José Ferrer, 1929/31: Modesto González, 1931/32: Andrés Moreno, 1932/34: Julián Puerta. 1934/36: Adelino Gutiérrez. 1936/38: José Blanco, 1938/39: Dr. Adrián Morado Veres, 1939/40: Eladio Bautista, 1940/41: Dr., Ramón del Río. 1941/43: Benito Marcalain. 1943/45: Antonio Estévez, 1945/46: Ricardo García Audimis, 1946/61: Juan Montero, 1961/62: Ignacio Barga, 1962/63: Armando Pérez Uriarte, 1963/72: Agustín Prieto.
SECRETARIO - 1922: Manuel Pérez Chaves. 1923/31: Andrés Moreno. 1931/32: José A. Martínez, 1932/33: Andrés Moreno, 1933/40: José A Martínez. 1940/42: Aquilino Troncoso, 1942/72: Ramón Arestizábal.
PRO-SECRETARIO - 1922: Aurelio González, 1923/24: Peregrino Danza, 1924/25: Manuel Pérez Chaves, 1925/30: Manuel Urquiola, 1930/31: Manuel Zurita. 1931/35: Manuel Urquiola, 1935/36: José Fernández Salsamendi, 1936/37: Dr. Federico Baeza (h), 1937/38: Sergio González, 1938/ 39: Modesto Alonso Tuñón, 1939/40: Aquilino Troncoso, 1940/41: José A. Martínez. 1941/42: Manuel Pérez Chaves, 1942/50: Nicolás Urbano Hernández, 1950/51: José Ferrer, 1951/55: Manuel Borau, 1955/60, 1960/72: Antonia Camblor.
TESORERO - 1922: Lorenzo Tomás Garau, 1923/25: Pedro del Río, 1925/29: Lorenzo Tomás Garau, 1929/32: Pedro del Río, 1932/34: Lorenzo Tomás Garau. 1934/39: José Suárez Suárez, 1939/43: Manuel Domínguez, 1943/45: José Ferrer. 1945/49: Francisco Luerra, 1949/60: Julián Pérez Martín, 1960/70: Alfonso Benot. 1970/72: Fernando Martínez
PRO-TESORERO - 1922: Rafael Laplaza, 1923/24: Agapito Salazar, 1924/25: Hilario Regolf, 1925/26: Hilario Durán, 1926/29: Antonio Calderón, 1929/ 31: Manuel Domínguez, 1931/32: Felipe Cot, 1932/34: José 'M. Urretabizkaya. 1934/35: Celestino Álvarez, 1935/37: César Buedo, 1937/38: Constantino Castañón 1938/39: Pedro Arias, 1939/40: Modesto Alonso Tuñón, 1940/41: Emilio Desojo, 1941/42: Ramón Arestizábal, 1942/43: Victorino Álvarez, 1943/45: Francisco Luena, 1945/46: Juan Montero, 1946/49: Julián Pérez Martín, 1949/57: Rafael Iglesias Gil, 1957/60: José García Álvarez, 1960/72: Aurelio Mújica.
TOCALES TITULARES - José V. González (1922 y 1926/29), Antonio A. Muñiz (1922), Adelino Gutiérrez (1922 y 1940/41), Francisco Izarra (1992), Julián Pibernat (1922), Venancio Balbín (1923/25), Domingo Vásquez (1923/24), César García Castroman (1923/24), Luís Eizaguirre (1923/ 25), Hilario Regolf (1923/24), Dr. Adrián M. Veres (1924/25 y 1937/38), Antonio de la Torre (1924/25), Lucas de la Orden (1924/25), Ulpiano Torrado (1925/26), Antonio Aguirrezabalaga (1925/26), Alejandro Lavandera (1925/26), José Trujillo (1925/26), Gabino Barga (1925/29 y 1939/42), Florentino Suárez (1926/29, 1930/32 y 1933/37), Peregrino Danza (1926/28), Juan Galé (1926/30), José P. Varela (1928/30 y 1933/34), Teodoro Torre (1929/31), Antonio Chillón (1929/31), Felipe Cot (1929/30 y 1932/35), Antonio Aguilera (1930/31), José M. Urretabizkaya (1931/33 y 1935/36), Cecilio Robles (1931/32), José A, Martínez (1930/31), Eladio Bautista (1932/33). Gabino Prieto (1931/33), Modesto González (1932/33), Gregorio Sanza (1933/34), José Suárez Suárez (1933/34), José Blanco (1934/36), José Villardebó (1934/35), Lorenzo Tomás Garau (1934/35) Alfonso Benot (1935/36, 1939/42 y 1946/60), Dr. Federico Baeza (h) (1935/36), José M. Salsamendi (1936/37), Constantino Castañón (1936/37 y 1938/39), Gerardo Godovil (1936/38), Aquilino Troncoso (1936/38), Amador Rodríguez (1937/39), Francisco Abad (1937/38), César Buedo (1938/39), Emilio Desojo (1938/40), Manuel Domínguez (1938/39 y 1944/ 46), Ramón Pazos Islas (1939/40), Sergio González (1939/40), Pedro del Río (1940/41 y 1943/44), Prudencio González (1940/41), Manuel Ros (1941/42), Juan Montero (1941/45), Manuel Borau (1941/44 y 1957/60), José Ferrer (1942/43), Francisco Luena (1942/43), Damián Pérez (1942/ 43), Victorino Alvarez (1943/44), Ricardo J. González (1943/44), Julián Pérez Martín (1944/46), Restituto García (1944/49), Rafael Iglesias Gil (1945/49), José María Torrea (1945/46), Manuel Vallés (1946/48), Agustín Prieto (1946/63), José García Álvarez (1948/57 y 1961/72), Alfredo Osma (1949/60), Leoncio Pintado (1949/72), Armando Pérez Uriarte (1959/62), Ignacio Barga (1960/61), José Codón (1960/61), Francisco Fernández Presa (1961/72), Fernando Martínez (1962/70), Nicolás Urbano Hernández (1964/70), Héctor Berenguer (1970/72) y Antonio Delgado (1970/72).
REVISORES DE CUENTAS
La comisión denominada “Revisores de Cuentas”, en sus comienzos figuró como “Comisión de Cuentas”, hasta 1937, y desde 1938 como “Comisión Sindical”, para quedar finalmente, desde 1944, con la designación del título. Durante su funcionamiento actuaron los señores: Juan Marsal, Antonio Calderón, Francisco Arango, Evaristo Alonso, José Rodríguez Diez, Manuel Borau, Ildefonso Carrero Moure, José M. Urretabizkaya, Diego Corrales, Miguel González, Manuel Urquiola, Agustín Obiol (h), Cristóbal Calafate, Martín Crespi Pol, Alfonso Berot, Julián Puerta, Manuel Zurita, José P, Varela, Lorenzo Iriarte, Emilio Fabregas, Modesto Alonso Tuñón, Ricardo García Audinis, José Suárez Suárez, Julián Mogrovejo, Casimiro Salsamendi, Pedro de la Bermarda, Nicolás Urbano Hernández, Antonio Estévez, Manuel Urdampilleta, Antonio G. Rey, Manuel Vallés, José Arenaz, Ángel Becares Villar, Pablo E, Moro.
Sociedades Afiliadas en 1972 (42)
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ALPACHIRI
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE BENEFICENCIA DE BAHÍA BLANCA - HOSPITAL REGIONAL ESPAÑOL
- CLUB ESPAÑOL DE BAHÍA BLANCA
- UNIÓN VASCA DE SOCORROS MUTUOS DE BAHÍA BLANCA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE BONIFACIO
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE BORDENAVE
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CABILDO
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CARHUÉ
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE CASBAS
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CIPOLLETTI
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CINCO SALTOS
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE COMODORO RIVADAVIA
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE COPETONAS
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CORONEL DORREGO
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CORONEL PRINGLES
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE DARREGUEIRA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE EL BOLSÓN
- CENTRO ESPAÑOL DE GENERAL DANIEL CERRI
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GENERAL ROCA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GENERAL SAN MARTÍN
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GONZALES CHAVES
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE GOYENA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GUATRACHÉ
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HUANGUELÉN
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE JACINTO ARÁUZ
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MACACHÍN
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MAYOR BURATOVICH
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MÉDANOS
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NECOCHEA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE NEUQUÉN
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PATAGONES
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PIGÚE
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PUAN
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PUNTA ALTA
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE RÍO COLORADO
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE SALDUNGARAY
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SALLIQUELO
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE TORNQUIST
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE TRELEW
- ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE VILLA IRIS
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE VILLA MAZA
- SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ZAPALA